Capítulo 4

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Lena se sonrojó por las palabras de su abuela y también la observo retirarse ella no estaba enamorada de Yulia y no quería enamorarse de Yulia, sólo quería ayudarla era psicóloga y eso hacían tenían una ética, un compromiso pero también pensó en su rostro en lo linda que era no iba a negarlo se le hacía muy atractiva, tenía unos ojos hermosos y un cuerpo sexy, olía muy rico y abrazaba muy bien se sentía uno bien y su sonrisa, esos labios tan... Se sonrojó aún más al descubrirse pensando de esa forma en la morena pero eso no era amor ¿Cierto? Los días posteriores Yulia no salió de su habitación y eso preocupaba de sobre manera a la pelirroja que se paseaba de un lado a otro


- ¿Por qué no vas a montar? Te gusta mucho - Dijo su abuela
- Si pero... - Observo hacia la escalera
- Si ella necesita algo aquí estoy yo y las demás chicas
- Esta bien abuela no tengo ganas de hecho
- Lena... Aquí no hay mucho que hacer así que relájate ve a montar practica la equitación un rato y vuelves anda sé lo que te digo
- Bien

Lena ensillo su caballo y salió a pasear las tierras de su abuela eran enormes y hermosas no entendía el afán de su padre por quererla de regreso en la ciudad si ahí era bellísimo y tranquilo regreso al caer casi la noche cenaron y se fueron a dormir seguía sin ver a Yulia y eso no le gustaba nada pero mañana sería otro día

- Hola mi amor buenos días - Saludo su abuela
- Hola abue - Le sonrió
- ¿Descansaste? - La observo
- Si, un poco - Sonrió
- Me alegro mi amor y abusando de tu bondad quería pedirte un gran favor
- Claro dime - Le sonrió

La pelirroja desde que llego había paseado su vista por el comedor pero no había rastro de Yulia así que presto su atención a su abuela que la veía atenta

- Me iré a la ciudad
- ¡¿Qué?! Pero... ¡No puedes! Yulia...
- Cálmate cariño sólo iré a surtir la despensa y a ver a tu padre
- ¿Quieres que te lleve? - La observo
- No, quiero que te quedes y cuides de Yulia ¿Puedes hacerlo?
- Claro que si abuela - Sonrió - ¿Vas y vuelves? - La observo
- No, me quedare ahí un par de días quiero ver a tu madre, a tu hermano y a los padres de Yulia
- De acuerdo - Suspiro

Cuando la abuela se retiró la pelirroja se paseó por toda la casa desde que Yulia se había recluido en su habitación su abuela le había pedido que no la "molestara" pero ya no podía así que se dirigió hacia la habitación de la morena toco suavemente y no obtuvo respuesta y toco algunas más

- Yulia - La llamo suave - ¿Estas bien? ¿Puedo pasar?

Abrió la puerta cuando no obtuvo respuestas la encontró recostada en la cama y frotaba sus ojos frenética la pelirroja corrió hacia ella y agarró sus manos pero la morena se soltó un poco agresiva

- ¡¡Déjame!! La luz es demasiado intensa y me molesta - Se retorció
- Espera, espera no te muevas

La chica tapo hasta la cabeza a la morena y salió en busca de más cortinas tomo las más obscuras y cubrió las ventanas de Yulia con ayuda de las chicas del servicio y cuando la habitación se obscureció lo suficiente se acercó a ella y se recostó a su lado le tomo el hombro y la fue descubriendo de entré las frazadas Yulia estaba con los ojos cerrados y parte de su cabellera cubría su rostro la pelirroja noto que su rostro estaba muy cerca al de Yulia pero no se movió

- Listo ¿Qué te parece así? - Susurro

La morena apretó sus ojos e hizo un gesto de dolor pero no abrió los ojos la pelirroja levantó su blanquecina mano hasta el rostro de Yulia y retiró los mechones y acaricio su mejilla suavemente y los ojos de la morena poco a poco se abrieron y se posaron en la pelirroja que sonrió la mirada era intensa y tenía algo que no lograba descifrar y la vio volver a cerrar sus ojos

Azul ProfundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora