Dracula Pasional

CAPITULO TRES tercera parte

-¿Que cree que hace, señor? - le pregunto, luchando por recobrar un equilibrio que no tenía.
El se río, un sonido fuerte severo que le tenso los músculos.
- Eres impertinente -le dijo - , hay que domesticarte. -el camisón habia vuelto a caerle en los tobillos cuando se puso de pie. Esta vez, le levanto la tela aproximadamente hasta su cintura, dejando al descubierto las asentaderas desnudas.
Le acaricio los glúteos, hacia arriba y hacia abajo, del otro lado y hacia abajo, despues en círculos, su tacto era reconfortante y sensual.
- Mi madre no tarda en llegar a casa - dijo con desgano -. Váyase antes de que vuelva y olvidare todo el incidente, de lo contrario mi mama lo reportara con las autoridades. - Asi no eran los sueños. Las grandes manos de el se sentían suaves y tibias en las nalgas de ella quien se relajo a pesar de que empezó a sentir cosquillas en la piel.
volvio a reir.
-¿Y quienes son esas autoridades?
-El mismo Conde Drácula, el regente de Transilvania. Ese que gobierna las montañas con justicia, pero mano firme, el.
- El humano habia desaparecido de su voz por completo. Magda se asusto.
Sosteniéndole aun las muñecas con una mano, séquito el sombrero de lana de cordero y se lo colocó frente a la cara. El emblema que tenia al frente era un Dragon. De repente, la joven recordó donde habia visto ese escudo.

-¡Dios mio !- balbuceo-. Usted es Drácula, hijo del dragón, regente de los montes Cárpatos. Perdonen, señor, no lo sabia.
-Ahora ya lo sabe y tambien te digo esto: Me perteneces en cuerpo, mente y alma, y mi intencion es disfrutar de mi propiedad.
Volvió a llevar las manos a las asentaderas de Magda, deslizó un dedo por la ranura que las separaba; ella sintió que la vergüenza le enrojeció la cara cuando el se detuvo en su ano y despues se movió hacia abajo, brindándole un momento de falso alivio. El calor le inundo el vientre.
Con tres dedos le exploro la abertura de su feminidad, un area que nadie mas habia tocado, ni siquiera ella. Arqueo la espalda cundo los dedos la penetraron. No le dolió, solo cundo la penetración fue mas profunda, pero sintió una sensación de cosquilleo nueva para ella. Esos dedos en su interior hicieron que la cara y el pecho se le ruborizaban, le aceleraron la respiración, y no sabia por que.
Cuando el saco los dedos, Magda sintió que le habian areebatdo algo era de ella, pero no por mucho tiempo.al poco tiempo, un dedo entro en el otro orificio, y se tenso, sin demora, le penetro el ano y tambien lo exploro. La joven se retorció con ese examen, deslizándose y resbalándose en la pierna de el, la vergüenza dio paso a la humillación. Regente o no, no tenia derecho a invadir asi, y estaba a punto de decírselo.
Saco el dedo y ella volvio a experimentar esa sensación de vacio.
- si estas fresca, por fortuna para ti, pues de lo contrario hubiera creido que habia perdido mi tiempo, aunque en mi caso este se ha alterado.
Magda no entendí a que se refería.