Capítulo 3.

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   Hoy es el día de la prueba, hoy es el día en que me enteraré si pertenezco a este lugar o si soy una Abandonada.

La prueba es a las 18:00 p.m y decido pasarme el día con Billy en el colegio.


-¿Qué vas a hacer si no...? –dice Billy interrumpiéndose a sí mismo.

-No lo sé, creo que ahora estoy confundida, después de la pelea con Verónica.

-Por si no te habías dado cuenta la prueba es hoy. –dice el riéndose.

También me río.

-Ja, ja. ¿En serio? No lo sabía, gracias por decirme. –digo sarcásticamente.

Él me guiña un ojo. Odio cuando hace eso, yo nunca pude hacerlo. 

-Oye, ¿Y qué quería tu hermana? –dice él.

-Tú ya sabes... De que me cambie de oficio y esas cosas. –digo suspirando.

-¿Pero cómo ella sabe que no eres hija de tu padre?

-No lo sé, pero está muy empeñada en convencerme.

-Es raro... -dice Billy arrugando la nariz.

-Lo sé, aunque no me parece tan raro, recuerda que es Científico.

-Ja ja ja, lo olvidaba. –dice riéndose.

Eso del chiste de Científico sólo lo sabemos nosotros. Una vez, uno de ellos estaba en nuestra clase de Literatura, son muy bien conocidos por ser presumidos y esas cosas, pero éste superaba los límites de ser muy presumido. Él estaba en un debate con un miembro de Soldados, y digamos que ellos no son muy simpáticos, así que como el Científico presumía a cada rato de su inteligencia en el debate; el Soldado saltó de su silla y fue directo a la cara del Científico y pronunció unas palabras como "¿Dónde está su súper inteligencia ahora, idiota?". Fue todo un caos, pero muy gracioso. 

-¿Y tú qué vas a hacer? –digo poniéndome seria. 

-Bueno, ayer me enteré de que soy un Abandonado, Mayrel. –dice un poco en voz baja aunque aún así lo oigo. Tiene la voz gruesa.

-Ohh! No sabes cuánto lo siento, Billy.

-Descuida, creo que ya lo sabía desde antes.

-¿Por qué lo dices?

-¿Nunca te has fijado en el color de piel de mi padre, cierto?

Bajo la cabeza.

En realidad, sí. Me he dado cuenta también, su padre es moreno, tiene los ojos más negros que he visto,pero aun así son hermosos. Su pelo es canoso y su panza elevada. 

Abrazo a Billy por los hombros aunque tenga que ponerme de puntillas.

-Te extrañaré. –dice él.

-¿Por qué dices eso? –digo separándonos-. Nunca he dicho que me cambiaré.

-Lo sé, pero recuerda deque llevamos más de diez años siendo amigos, ¿crees que no te conozco? 

-Tienes razón, yo no pertenezco a este lugar, pero Theo si... No lo dejare solo.

-Confía en mí, yo lo cuidaré. –dice con un brillo en los ojos. Ahora sé que el tampoco pertenece a este lugar, y creo que en ninguno.

-No, no tienes por qué hacerlo, tú debes irte, no sé dónde, pero debes irte.

-Mayrel, tengo que hablarte de algo.

-Dime.

-Ahora no, te veré después de Historia, ¿vale?

Asiento.

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