Reparando Errores.

Cap.4

El amor que sentía por Jacob Black....

Un mes después

Diario de Bella:

Me dan ganas de correr, gritar tu nombre y besarte como la primera vez y al igual que en ese beso te entregaría de nuevo mi alma y mi corazón. Para que en ese momento, quizás tu entiendas que te amo de verdad, de la misma manera de la que te amé la primera vez, como siempre te amaré y como nunca jamás nadie te podrá amar.

Gracias a ti, mi corazón conoció el amor, porque mi labios en lo tuyos aprendieron a besar, porque contigo conocí lo que es sentir "mariposas en el estómago" y gracias a ti aprendí lo que es tener una ilusión.

No se cuando, como y donde te comencé a querer; tan solo se que el día que me di cuenta fue cuando te miré a los ojos y por primera vez y observé lo que había en tu interior. Tus ojos, unos ojos color café, los ojos más hermosos que yo había visto; un mar profundo en el cual, al igual que una inexperta nadadora, me sumergí. Desde aquel día añoro poderme ver reflejada en ellos y al mismo tiempo el notar una chispa de amor sincero en ellos.

Hubo un tiempo en el que intenté negar este amor, en vano. A pesar de que me lastimaste como nunca nadie lo había hecho, aun cuando me ilusionaste en vano, te ofrecí corazón y lo aceptaste para después solo dejarlo triste y desolado, un día sin previo aviso lo despojaste de su abrigo y sin piedad alguna te marchaste, para unirte a otra persona. A pesar de todo eso te amo.

Traté de olvidarte, lo juro, lo intenté y en esos intentos tontos de olvidarte lo único que logré fue lastimarme más.

Te amo y pienso que nunca voy a dejar de hacerlo.

Dejé mi diario a un lado porque las lágrimas no me dejaban continuar hoy es un día especial, ya que comienzan mis clases, no me alegra el volver a la escuela, lo que me alegra es ver a Edward otra vez. Se que Jacob va intentar hablarme o va a querer besarme pero ya no soy la niña ingenua que un día se enamoró de el solo porque decía cosas lindas de mi, gracias a el perdí parte de la inocencia que me permitía creer que las palabras que los demás me decían eran ciertas. Me tengo que recordar día a día lo que me hizo, no por que sea masoquista, si no para no permitirle entrar a mi vida otra vez. Me duele recordar todo lo que vivía con el, no voy a poder olvidar un año entero de mi vida, y aunque no fuimos novios era como si lo fuéramos. Me gusta recordar solo lo lindo que la pasábamos, aunque después las lágrimas traicioneras inunden mis ojos, se que en lo profundo de mi corazón permanece lo que sentí por el, nadie olvida a el primer amor y no voy a ser la excepción, solo me gustaría que ese primer amor hubiera sido como en las películas, tierno, inocente, lindo, etc. Con mis pensamientos tristes y mis ojos llenos de lágrimas llegué a la escuela en mi nuevo coche (olvidé mencionar que en estas vacaciones cumplía 16 años y ya puedo conducir) nada mas y nada menos que un mini Cooper. Amo a mi auto. Es un auto muy bello, además se que nadie en la escuela va a tener un auto mejor que el mío. No me agrada ser presumida, pero es una de las pocas cosas de las que puedo estar orgullosa. Estaba pensando en mi nuevo auto y en las musarañas cuando vi pasar un Volvo plateado, bueno era demasiado bueno para ser real, el hecho de que mi auto fuera el mas guay de aquí ya no importa. Observé con asombro el flamante Volvo para ver quien era el afortunado dueño. Si no es porque estoy recargada en la cajuela de mi carro, me voy de espaldas, me sorprendió ver que quien conducía el flamante Volvo (ya le puse apodo al auto) era nada más y nada menos que Edward Cullen. Valla, durante el verano que no lo vi cambio mucho, se ve mas guapo (si eso es posible), iba camino a saludarlo cuando abrió la puerta del copiloto cuando me pare en seco al ver quien se bajo de ahí, Tanya Denali. CELOS, es la mejor palabra para describir lo que sentía en ese momento, pero las letras se iluminaron y crecieron cuando el paso su brazo, casualmente por los hombros de ella. Me lo merezco por tonta, por haber dejado al que me amaba por el otro al que tan solo le gustaba y ese que me gustaba me dejó por la que amaba. Que gran ironía...

Me fui directo a mi salón a tratar de llenar mi mente con algo más de provecho pero me fue imposible no podía dejar de pensar en Edward y cuando pensaba en el me acordaba en el porqué lo perdí­ y, y ah!

Acabaron las tres primeras clases y comenzó el primer receso, entré a la cafetería y me quedé congelada, no sabía hacia a donde ir o que hacer, en "nuestra" mesa estaban Edward y Tanya sentados muy juntitos y abrazados, y del otro lado estaban mi hermana y Jacob en medio de un beso "apasionado" típico de Jake, tal y como yo los recordaba. ¡Ya basta deja de pensar en el! Regresé la mirada a nuestra mesa y quedé atrapada por el par de orbes verdes, no se porqué reaccioné así, pero salí corriendo de allí con mis ojos inundados de lágrimas, no alcancé a llegar al baño asique me senté en un pasillo muy poco transitado y me eché a llorar, lloré porque soy una tonta y el "no" que le di a Edward me trajo mucho dolor, lloré por estúpida, porque creer que Jacob me amaba y que Edward me iba a esperar, lloré porque me dolía ver a Jake con mi hermana y a Edward con Tanya. Al parecer todos tienen derecho a ser felices menos yo.

De pronto sentí una mano sobre mi cabeza y una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo por lo tanto no me fue difícil adivinar quien era mi acompañante. Alcé la mirada y me perdí en sus ojos, tomé la mano que me ofrecía y me levantó, lo abrecé con todas mis fuerzas, quería transmitirle todo el arrepentimiento que sentía y el amor que le tenía.

Edward POV

Hoy comenzaba un nuevo año, hoy volvería a ver a mi Bella, estoy tontamente enamorado de ella, aunque me rechazó, la amo con locura.

Pasé a recoger a Tanya, mi adora prima, es como mi hermana. El destino me la mandó para no caer en la tristeza cuando Bella me rechazó. Se que todos en la escuela piensan que somos novios y sinceramente no me importa lo que los demás piensen de mi. Solo me importa lo que opine Bella y pues ella esta feliz con el maldito de Jacob Black, el estúpido mocoso que logró llegar a su corazón antes que yo.

Cuando llegamos a la escuela a la primera persona que vi fue a Bella, tan hermosa como siempre. Cuando ella me vio una media sonrisa atravesó su rostro, resistí mi impulso de ir con ella, de abrazarla y besarla. Le abrí la puerta a Tanya y pasé mi brazo por su hombro, necesitaba su apoyo ahora más que nunca, ver a Bella había sido mas difícil de lo que pensaba.

El almuerzo llegó mas rápido que nunca, fui directo a la cafetería y me senté junto a Tanya en "nuestra" mesa junto a mis hermanos Alice y Emmett y sus novios, Jasper y Rose. Estaba internado en mis pensamientos cuando Tanya juntó su silla a la mía y me abrazó, Bella había entrado en la cafetería. La voltee a ver y cuando volteó a vernos sus ojos se llenaron de tristeza, volvió su vista a la mesa donde estaba su hermana e hice lo mismo, Jacob y su hermana estaban en un beso, pero no cualquier beso, uno no muy apto para menores. Dirigí mi mirada a Bella preocupado por su reacción , nuestras miradas se cruzaron y sus hermosos ojos chocolate se llenaron de lágrimas, salió corriendo como alma que lleva el diabls, como reacción automática me puse de pie y la seguí. La encontré en un pasillo cerca del baño de mujeres llorando, hecha un ovillo en el suelo, la escena me rompió el corazón, me acerqué y le toqué la cabeza para llamar su atención, levantó su cara y tomó la mano que le ofrecía, en cuanto estuvo de pie me abrazó como si su vida dependiera de eso. Ese simple gesto me hizo recordar el porqué me enamoré de ella y aun la amo, pero también me recordó el hecho de que ella no me corresponde. Una lágrima solitaria y silenciosa recorrió mi mejilla, la abracé más fuerte deseando que el tiempo se congelara. La abracé deseando que nunca se hubiera enamorado de Jacob Black.