Camina hacia el futuro

Rose Jean Weasley

La figura encapuchada que pasó al frente, se quitó la capucha y dijo.
- Buen día personas del pasado, mi nombre es Rose Jean Weasley.
La chica bajo la capucha era alta con un rostro lleno de pecas, ojos azules y un desordenado cabello pelirrojo.
Todos los Weasley voltearon a ver al hijo menor puesto que el único con ese color de ojos era él.
- Mi padre es Ronald Weasley y mi madre... Bueno, creo que mi madre la diré después.- dice la chica.
- ¿Por qué?- pregunta Ron.
- No es necesario papá... creo que quedará claro, incluso antes de que yo lo esclarezca.- dice la chica.
Harry ya sabía quien era la madre de la chica, el cabello lo decía todo, además que había heredado la sonrisa de su madre; pero se quedó callado y con una sonrisa en su cara.
- Tengo 14 años, mis padrinos son Harry y Ginny Potter.- dice Rose.
- Como era obvio.- dicen los gemelos.
- Exacto... Soy guardiana en el equipo de quidditch de mi casa.- En ese momento Ron aplaude.
- Esa es mi niña.- dice Ron, lo cual causó que Rose se pusiera colorada.
- Gracias papá, mi materia favorita es... bueno, todas me gustan, menos adivinación.- dijo la muchacha con cara de fastidio.
- Cuando me gradúe quiero trabajar en el departamento de accidentes y catástrofes del ministerio, mi mejor amiga se llama Alice y mis mejores amigos son Albus y Scorpius.- dice la chica esperando la bomba de su padre, pero este (para sorpresa de todos) se quedó callado.
- Soy animaga y me transformo en mi patronus que es una ardilla roja.- dice la muchacha transformándose en una ardilla.
Unos minutos más tarde volvió a su forma normal.
- Y... Bueno, creo que para no dar más rodeos he de decir que mi casa es Ravenclaw.- dice Rose.
Todos se quedan impactados y voltean a ver a una Hermione boquiabierta.
Ron, por su parte, no lo puede creer; voltea su cara en dirección a la castaña de sus sueños y le dice.
- Eres tú Hermione... Tú eres su madre.- la chica mencionada siente que su corazón va a salirse de su sitio.
- ¿Cómo puedes saberlo Ronald?- responde ella.
- Sólo lo sé.- dice el pelirrojo acercándose a la muchacha.
- Esa no es una respuesta.- dice ella.
- Bueno, pues lo sé porque yo... yo...- dice Ron trabándose.
- ¿Tú qué?- pregunta la castaña.
- Yo... Yo te amo, quiero que seas la madre de mis hijos, quiero poder decir que eres mi esposa, sentirme afortunado de que una chica como tú sea mi mujer, quiero vivir contigo toda mi vida...- dice el ojiazul viendose interrumpido por los labios de su castaña.
Los gemelos Weasley comenzaron a aplaudir, más tarde se unieron Harry, Ginny, Luna, Neville y muchos más.
Ron y Hermione se separaron dirigiéndose una radiante sonrisa.
- Yo también te amo Ronald.- dice la castaña.
Ambos chicos se abrazan y Rose dice.
- Creo que es un buen momento para decir que mi madre es Hermione Jean Granger y que mi novio es Scorpius Malfoy.- dice la chica lo más rápido que puede.
- ¡¿QUÉ HAS DICHO?!- dice Ron separándose de Hermione con las orejas escarlata.
- Que yo soy el novio de su hija señor Weasley.- dice Scorpius.
Ron se puso de pie y hubiera sacado su varita su no fuera porque Hermione se puso frente a él.
- ¡Ronald, no te atrevas a atacar al muchacho!- dice la castaña.
- PERO...- dice el pelirrojo.
- ¡Pero nada, nuestra hija lo quiere y además es mi ahijado!- dice Hermione.
Ron entra en razón y el tono de rojo de sus orejas disminuye.
- Está bien, pero más te vale que sea feliz; porque ten por seguro que si derrama una lágrima por ti no seré tan comprensivo, ¿entendido?- dice el pelirrojo.
Scorpius asiente seguro y Rose suelta el aliento que estuvo conteniendo todo el rato.
- Bueno, eso es todo de mi... ¿dudas?- pregunta Rose.
Nadie dice nada.
- Vale, entonces que pase el siguiente.- dice la pelirroja llendo a sentarse con sus padres.