Alice Hannah Longbottom (parte 1)

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Otra figura encapuchada pasó al frente y al descubrirse el rostro dejó ver a una joven y sonriente rubia de ojos azules.

-Buenas tardes Hogwarts del 97, mi nombre es Alice Hannah Longbottom. - dice la chica con voz risueña saludando con la mano.

Una gran emoción recorrió a Neville completamente, tenía una hija y se llamaba como su madre; deseó con todo su corazón que su ella estuviera ahí para ver que su nieta tenía su mismo nombre.

De pronto, la puerta del gran comedor se abrió dejando pasar a Filch el cual tenía su habitual cara de pocos amigos, caminó hacia la mesa de los profesores para hablar con el director que, para disgusto de todos, no pudo escucharse nada.

Todos vieron que el director asintió y Filch gruñó (lo cual no era nada nuevo), la tensión se podía palpar en el aire, incluso la propia Alice no podía seguir con su presentación ya que ella también quería saber qué era lo que pasaba.

Filch finalmente asintió y se retiró por el mismo camino por el que llegó y en cuanto salió del comedor el profesor Dumbledore se puso de pie para dar un anuncio.

-Con el perdón de la señorita Longbottom, quisiera dar un pequeño aviso. - Alice asintió dándole a entender que podía hablar con libertad.

- Bien, quiero anunciarles que acaban de llegar algunos invitados más a presenciar lo que está ocurriendo aquí; pero les voy a pedir que sean discretos, les hemos explicado varias cosas y aclarado varias dudas, pero ellos aún ignoran acontecimientos que podrían ser cruciales para el futuro; se les lanzará un hechizo a todos, incluyendo a los presentes, para que cuando todo esto se acabe piensen que solo fue un sueño, las únicas excepciones a esto serán el señor Lupin, la señorita Tonks y el joven Weasley a quienes se les aplicará un hechizo diferente, el cual hará que cuando quieran hablar acerca de lo dicho y ocurrido aquí con alguien más, tartamudearan hasta que desistan de sus propósitos ¿Están todos de acuerdo con las medidas que han de tomarse?- el director guardó silencio por un momento esperando objeciones y preguntas, pero todo el comedor se sumió en el silencio.

- En vista de que no hay dudas, pediré que los invitados pasen al salón. - dice Dumbledore agitando su varita.

Las puertas del comedor se abrieron dejando pasar a un pequeño grupo conformado por cinco personas a las cuales no reconocieron de inmediato, solo hasta que estuvieron al frente se escuchó un grito ahogado y un golpe en el piso.

Todos los jóvenes, dirigieron su vista contrariados hacia el lugar del que se originó tal ruido; aparentemente el grito ahogado fue por parte Remus y el golpe en el piso había sido el de su copa al caerse de sus manos.

-Remus, ¿todo está bien? - preguntó Harry.

- ¿Qué ocurre profesor? - pregunta Neville.

- Chicos, ¿es que acaso no los reconocen? -dice Lupin a ambos chicos.

Como si de una película muggle de comedia se tratara, ambos chicos voltearon sus cabezas al mismo tiempo mirando así a las personas que estaban al frente.

Se trataban de tres hombres y dos mujeres, todos sonreían hacia donde los chicos se encontraban, ambos se miraron entre sí como no pudiendo creer lo que veían sus ojos, pero era cierto.

Harry y Neville se levantaron de sus asientos y fueron casi corriendo a donde se encontraban aquellos invitados; poco a poco, los demás se fueron dando cuenta de quienes se trataban por la reacción de los chicos.

Aquellos invitados eran nada más y nada menos que James y Lily Potter, Frank y Alice Longbottom y Sirius Black; cada uno de los chicos se dirigió a abrazar a sus respectivos padres.

-Por Dios Harry, pero cuanto has crecido. -dice Lily con lágrimas en los ojos.

- Y bastante guapo debo decir. -dice James.

- Claro, en algo tenía que parecerse al padrino. -dice Sirius causando la risa de todos.

- ¿Qué pasa lunático?, ¿Es que tú no vienes a saludar? -dice James haciéndole una seña a Lupin, el cual sin dudarlo fue a abrazar a sus dos mejores amigos.

En cambio, los Longbottom no decían nada, solo estaban abrazándose en silencio, disfrutando de la compañía del otro; y uno de ellos recuperando todos los abrazos que no había podido darles a sus padres en sus visitas a San Mungo.

-Lo sentimos muchísimo Neville, Dumbledore nos contó lo que pasó. - dice Alice con lágrimas en los ojos.

- Debiste haberte sentido muy solo hijo. - dice Frank en tono acongojado.

Neville no dijo nada, su emoción era tanta que se le prendió en la garganta, solo se limitó a abrazar más fuerte a sus padres, no queriéndolos soltar nunca.

Harry no estaba en mejor estado que él, de hecho, las lágrimas habían empezado a salirse de sus ojos y cayendo por sus mejillas.

-Vamos campeón, no llores. -dice Sirius.

- Es cierto Harry, independientemente de lo que nos pasó estamos contentos de haberte visto ya convertido en un joven. - dice Lily acariciando la mejilla de su hijo mientras le limpiaba las lágrimas.

Harry solo atinó a asentir y a lanzarse nuevamente a los brazos de su madre.

-Me hiciste mucha falta mamá. -dice Harry con la voz entrecortada.

Los ojos de Lily comenzaron a llenarse de lágrimas por dos motivos; el primero porque sentía mucho el hecho de no haber estado para él cuando más lo necesitó y el segundo fue de alegría, porque el Harry de un año que ella había dejado en casa de Bathilda esa mañana, estaba ahí con 16 años y la llamaba mamá.

Todos los presentes en el gran comedor quedaron enternecidos con aquella escena, algunos hasta soltaron algunas lágrimas, pero hubo alguien que, aunque su gesto parecía imperturbable, quería estar también entre los brazos de aquella pelirroja.

-Bueno, bueno Creo que ya acaparamos mucho la atención que le pertenece a mi nieta, ¿no creen? -dice Frank con una sonrisa.

- Oh, por mí no se preocupen. -dice Alice II con una sonrisa, limpiando algunas lágrimas que rodaron por sus mejillas.

- Claro que nos preocupa, la hija de mi ahijado es algo digno de ver. -dice Lily sonriendo también.

- Bueno, creo que hay que sentarnos, ya tendremos tiempo a la hora de comer. -dice Sirius dirigiéndose a la mesa de profesores a la cual le habían agregado cinco sillas más.

Los dos chicos de 16 años se dirigieron a la mesa de Gryffindor con una sonrisa en el rostro.

-Oye Neville, ¿Tú sabías que mi madre era tu madrina? -pregunta Harry.

- De hecho, no Estoy igual de sorprendido que tú. -contesta el chico.

- Supongo que, si las cosas hubieran sido diferentes, nos habríamos conocido antes o incluso, ya nos conocíamos. -dice el ojiverde con una voz risueña.

- Sí, también creo eso. -responde Neville con una sonrisa más ancha.

Sin más comentarios todos se dirigieron a sentarse en sus lugares para que la pequeña Ali se presentara.

(N/a: Chicos, la verdad es que he tenido muchísimos problemas para publicar este capítulo por quien sabe que cosa que tiene mi aplicación de Wattpad, espero se resuelva pronto y pueda publicarles la segunda parte de este capítulo y los que me faltan)

Camina hacia el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora