Capítulo 5

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Me estaba comenzando a sentir mal.

-Si, hola. -Dijo mientras me miraba fijamente con el color verde de sus ojos.

-¿Por qué te fuiste del hospital? -Pregunte. Sentía que me faltaba la respiración.

-Trataba de protegerme... de protegerlos. -Susurro tan bajo que casi no podía oírlo, con un cierto disgusto y decepción en su voz.

-¿De quien? ¿De Elliot? -Me quede esperando una respuesta, pero no la obtuve. -Vamos ¡dime! -Exigí. Solo se me quedo mirando, sin decir una palabra.

-No lose. -Respondió al cabo de unos minutos.

-¿Qué? ¿No lo sabes? -Fue lo único que pude decir con incredulidad. El bajo la cabeza.

Me costaba respirar, me sentía mareada, quería irme de allí, sentía que las paredes me iban a aplastar. Me levante de mi asiento, y Theo también lo hizo. Iba dirigirme a enfermería, pero cuando di unos pasos todo se dio vuelta ante mis ojos. Perdí estabilidad y caí.

Theo me tomo en sus brazos, donde yacía tirada en el frío suelo. Quise decir que me soltara, pero no podía hablar, y poco a poco mi visión se cubría de estrellitas negras. Lo ultimo que vi y oí, fue a un Theo preocupado, y la voz de Dave diciendo que llamaran a la enfermera.

**********

Desperté con dolor de cabeza, aturdida y desorientada. Algo me impedía mover con facilidad mi cabeza.

Mi visión aun era borrosa. Poco a poco pude ir distinguiendo donde estaba.

Enfermería.

Cuando recordé lo que había pasado, quise levantarme, pero era como si con cada movimiento que hacia, dentro de mi cabeza sentía que tenía un mar de sangre agitándose dentro.

La enfermera llego a mi lado.

-Te desmayaste. -Dijo mientras retiraba la mascara de oxigeno que tenía puesta.

-¿Cuanto tiempo? -Pregunté.

-Diez o quince minutos. -Yo ya sabía a que se debía el desmayo . -¿Has estado alimentándote bien?

-Um, creo que si, pero se lo que debo de tener. Anemia. -Dije con desgano. -Ya he tenido como dos veces, siempre pasa cuando no me alimento bien, o en situaciones de estrés.

-Sera mejor que te hagas unos exámenes, para saber si es muy grave. -Ordenó mientras me ayudaba a levantarme de la camilla.

-¿Por que me duele la cabeza?

-Cuando caíste, te la golpeaste. Con estas pastillas te calmara el dolor -Me entrego las pastillas, fue a su escritorio y comenzó a llenar el justificante.

-Si me desmaye, ¿quien me trajo hasta aquí? -Dije con curiosidad, de seguro que fue Dave.

-Uno de tus amigos, incluso sigue afuera esperándote. -Me entrego el justificante, y nos encaminamos a la puerta.

-¿Dave? -Pregunté.

-No lose cariño, no me dijeron su nombre. -Abrió la puerta, y para mi sorpresa la persona que estaba sentado esperándome, no era precisamente Dave.

-¿Theo? -Puso su cabeza recta y se paro de la silla en la cual estaba sentado. La enfermera se despidió y cerro las puerta tras de si.

-Hola, ¿estas bien? -Pregunto cuando lo tenia deferente, con clara preocupación.

-Si, solo es... Anemia. -Frunció las cejas.

-¿Anemia? ¿Estas tomando algún medicamento para eso? -Pregunto de nuevo.

DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora