13.

757 118 25
                                        

Chandler no había asistido ese día a la escuela, por lo que había ido a la casa de Austin a buscarlo, pero ya en la habitación del menor recordó que Austin si había asistido.

Se sentó en la cama del chico y comenzó a pensar en todo.

El la había cagado, y lo sabía.

Se sentía culpable por todo lo que había hecho, había jugado con las emociones y sin saberlo con los sentimientos de su mejor amigo.

Y a Chandler eso le molestaba. El no quería ser su amigo, estaba cansado de tener que decirle mejor amigo, de no poder abrazarlo, besarlo, y decir en público "¡Oigan, no se acerquen, el es mío. "

Suspiró, Chandler terminó por acostarse en la cama ajena, mientras revisaba algunas cajas que allí estaban. Solo veía videojuegos, algunas camisas viejas y juegos de bebé. En una de esas cajas encontró una foto de Austin de bebé, era muy lindo, pero lo que más le llamó la atención fue un libro físicamente simple.

Comenzó a leer y por cada letra que leía su sonrisa se agrandaba.

Allí, se dio cuenta de algo:

Austin sentía lo mismo.

EL DIARIO DE AUSTIN; AUSDLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora