17.

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Luego de que el menor saliera de tomar una ducha con una toalla amarrada a su cintura Austin lo miró malicioso.

—¡No! ¡Ni lo creas! No voy a dejarte que te me acerques para que luego me dejes con las ganas. — Chandler suspiró cambiándose, Austin soltó una carcajada.

—Yo no dije nada... — mordió su labio.

Ya cuando había acabado la cena, Chandler le pidió a Austin que lo esperara en la puerta, el asintió.

El menor buscó a su mamá y tomó una bocanada de aire dispuesto a decirle.

—Mamá...— llamó, ella sonrió y lo miró.

—¿Qué ocurre hijo?— pregunto con una sonrisa.

—Mamá... Soy gay...— la señora todavía tenía su sonrisa es la cara. —Me gustan los chicos. — cerró los ojos esperando la reacción de su madre. Pronto escuchó una risa corta proveniente de la señora.

—¿Y eso qué tiene de malo bebé? — Chandler abrió los ojos y la miró. — ¿Dejarás de ser mi hijo? No lo creo. — rió. —Te quiero como eres, son tus gustos amor. — besó la frente del chico.

—Gracias mamá. — la abrazó.

—Y dime... ¿Austin es tu novio?— sonrió traviesa.

—¡Mamá!— se quejo Chandler.

—¡Yo solo digo!— rió.

—Ya me tengo que ir... — miró por la ventana en donde estaba Austin recostado en el auto mirando el cielo, sonrió.

—Chandler. — lo llamó antes de irse.

—¿Si mami?— preguntó él.

—Soy Ausdler shipper. — soltó una carcajada.

—¡Mamaaa!—

EL DIARIO DE AUSTIN; AUSDLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora