19.

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—Veo que este es el final...— susurró Chandler en el terminal. Acababan de avisar que el autobús del chico se iría, y que tenían que comenzar a ingresar.

—Esto es el comienzo, torpe. — susurró abrazándolo.

—¿Sabes? Creo que te amo. — bromeó el menor.

—Sin el 'creo' ¿verdad? — rió.

—No sabes cuanto voy a extrañarte, demonios, te volviste una persona demasiado importante para mi, mucho más de lo que alguna vez fuiste, te amé como no tienes idea y lo hago todavía. — tomo aire.  —Todos los momentos que me hiciste pasar, las noches que compartimos, risas, juegos, bromas... Todo eso estará en mi memoria, y lo repetiré en mi cabeza hasta que te vuelva a ver para crear nuevos recuerdos...— susurró. —Te amo Austin Abrams, y me da igual que alguien lo escuché, mientras tu lo hagas estaré bien, por que sé que tu también sientes lo mismo. —

La voz de la chica por los parlantes volvió a ser escuchada.

—Pasajeros con el autobús 235 por favor, subir al vehículo. — el chico rodó los ojos.

—Seria más dramático que esto fuera en un aeropuerto. — rieron.

—Te amo...— lo besó.

—Yo también te amo. — sus movimientos eran dulces y lentos, les daba igual en ese momento lo que ocurría a su alrededor, cuando sus labios chocaban lo único que importaba eran ellos dos, y que sus labios jamas se separaran. Pero necesitaban oxígeno, como todo ser humano. El menor fue el primero en alejarse, para luego abrir los ojos y darle un gran y largo abrazo.

— Adiós, Chandler. — susurró el chico cuando estaba subiendo al bus, el menor sonrió de medio lado.

— Adiós, Austin. —

EL DIARIO DE AUSTIN; AUSDLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora