Cartas, a los que han hecho mi historia

A mi querida rara.

Que tontería es pensar que lo diferente es malo- aún te oigo diciéndolo, y nunca pensé en ese momento que lo entendería, pero ahora lo entiendo.

Mi amiga, la que no habla con nadie, la que se esconde de la luz, la que oculta su belleza detrás de las sombras. Recuerdo cuando pensé que eras una mala persona, justo en el momento de verte por primera vez, que idiotez inesperta salió de mi cabeza en ese momento. Y duró ese pensamiento durante largo tiempo, asta que descubrí quien eras en realidad. Cuanto te debo, y cosas que no podré devolverte.

Hace más de un año que no te veo, y cuanto necesito hacerlo. Pero aún te escucho, estás sentada a mi lado recordándome tu seriedad y sus motivos. Tengo ese pequeño ángel que me regalaste en mi mesa al lado de mi cama. Lo veo cuando me levanto y cuando me acuesto. Él me recuerda a ti, a tus palabras, cuantas veces me decías que no llorara, que no podías verme así. Casi nadie que conozca descubrió tu impresionante forma de ser. Pero es un regalo haberte conocido. Amiga mía, muchas gracias, me enseñaste a ver la vida de otra forma , desde otro punto, con otra actitud, me enseñaste, que no puedo mirar la vida y mi camino igual que los demás, cuando no soy igual. Y siempre recordaré cuando me dijiste.

-Para poder ser tú, tienes que intentar pensar como lo haces, no como los demás quieren que lo hagas, y de echo creo, que debes empezar por ser así, lo diferente, lo raro, nada de eso es malo, solo es así, diferente.