A mi pequeña gota de locura.

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Cuanta seriedad. Tanta que asta a mi me molesta.

Así era yo. Asta que te conocí, a ti, si, mi pequeña gota de locura.

No se si fue el destino, quizá la suerte, o asta quizá un plan de alguien para conmigo, solo sé que era algo necesario. Era algo que yo necesitaba conocer. Y que simplemente me diste, cuando empezaste a acompañarme en mis días.

Yo necesitaba locura.

La seriedad, lo ordinario, lo normal, lo común, puede llegar a hacerte daño, y a mi me empezaba a causar efecto. Mi vida necesitaba un cambio, alguien debía enseñarme a no tener miedo, gracias, porque ese alguien fuiste tú.

Me enseñaste a caerme, a perder, a tener problemas, a no triunfar, a correr riesgos, y pero sobre todo, me enseñaste que nada de eso importa, solo importa que pueda ser capaz de pasar por ese tipo de situaciones, y a saber salir de ellas.

Comenzaste a correr por la vida junto conmigo. Y cada vez que había un puente, y yo decía, _ ¿Cómo deberíamos cruzar?, y tú decías, _¿Porqué cruzar, si podemos saltar, hacia lo que hay debajo? Y pocos lo entenderán, pero eso significa que no importa lo que debes hacer, sino que estés dispuesto o no, a hacerlo.

Desde aquel momento saltamos hacia tantos abismos, sin miedo, sin temor, ya esas palabras no existían para mi.

Gracias, porque no puedo entender aún como es que vives así. Siendo feliz, como si fuera tu primer y último día en este planeta. Y asta a veces dijiste que no eres de este mundo, y te lo creo, porque solo conozco a alguien tan impresionante mente feliz, y esa eres tú.

Cuanta locura, cuantas escapadas, cuantas huidas, cuantos abrazos que sin ti no me hubiese atrevido nunca a dar. Palabras que sin tu apoyo, no hubiese dicho. Oh asta quizá recuerdes que por ti aprendí a no tener miedo a las consecuencias, sino a no saber afrontarlas.

_¿Me merezco acaso yo alguien con tanta dedicación para enseñarme el sentido de la vida?

La respuesta es no, pero para que preguntar, si ya es imposible olvidar tu trabajo. Tu trabajo en mi memoria, en mis recuerdos, el trabajo de enseñarme, enseñarme a ser yo, a no tener miedo, a ser feliz.


Cartas, a los que han hecho mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora