Inhale profundamente y bebí un sorbo de café mirando la entrada, de algún modo esperando ver llegar a mi cliente, pero él no vendría y había mandado a alguien en su lugar, en realidad no tenía idea de cómo se veía al que habrían mandado , así que no había forma de que pudiese reconocerlo cuando entrara. Realmente me estresaba esta situación, en la que me sentía en desventaja... Si no fuese porque de verdad necesitaba ubicarla no habría aceptado.
Suspiré y volví a tomar café. Una chica que no debía ser mayor a mí se sentó en la silla vacía que había frente a la mía; la miré curioso.
-¿Zack?
-Quizá.
-Me mandó el señor...
-Ya sé - la corte a mitad de oración, parecía demasiado joven e inocente para estar metida en esto, sin embargo ese no era mi problema, ¿no? - ¿te dio lo que le pedí?
-¿Tienes tu lo que él te pidió?- dijo intentando sonar seria y casi me dio vergüenza ajena.
-No estoy para juegos, niña - la mire seriamente y pareció entender - muestrame que tienes lo que pedí y yo te doy lo que me pidió, cambiamos las cosas , me levanto, me voy y nunca nos volvemos a ver, ¿te parece? - asintió - ¿entonces?
-¿Qué?
-Muestrame lo mío - respondí estresandome con su ineficiencia, ¿ por qué mandaron a una niña?La chica metió la mano en su bolsillo y pusó encima de la mesa un sobre , la imite poniendo una pequeña carpeta sobre la mesa ; tomé el sobre y la detuve con una mano antes de que levantara la carpeta de la mesa.
-Yo sé que cumplí mi parte, déjame asegurarme de que ellos también - nuevamente la chica asintió , abrí el sobre y leí un nombre y una dirección; parecía real, aunque no tenía forma de estar seguro hasta que fuese al lugar, supongo que por el momento estaba bien - todo en orden - le respondí, me levanté de la mesa guardando el sobre en un bolsillo y fui hasta la puerta.
Salí del local caminando rápidamente, miré la hora... 9.37, tenía poco menos de una hora para llegar al aeropuerto y volver a Londres ; tanto la misión como mi trabajo extra estaban listo.
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Entré en mi habitación del hotel y tome la maleta que ya tenía lista y el chaleco sobre la cama, dí un último vistazo a la habitación, aunque ya sabía que llevaba todo, cerré la puerta; fui al ascensor y lo llamé, inconscientemente metí las manos en mis bolsillos y sentí el sobre entre mis dedos, una especie de satisfacción recorrió mi cuerpo y una sonrisa se formó en mis labios, por fin tenía su dirección...
El ascensor llegó y entré, baje hasta el primer piso donde el taxi ya me esperaba.
No pasó nada interesante en el viaje del taxi al aeropuerto, llegue a tiempo y logre abordar sin problemas, ya sentado en mi puesto en el avión miré por la ventana. No miraba nada en particular y mis pensamientos no se fueron tan profundamente como para pensar en algo en particular. Ni siquiera sé en qué momento me quedé dormido.
«- Ya sabes que hacer, no entiendo porque no aceptas de una vez - su voz sonaba tan vacía que no parecía humana.
Y no le respondí porque tenía razón, sabía que hacer...
-¡RESPÓNDEME! - me gritó furioso.
El puñetazo que me dio en el estómago me dejo sin aire y casi sin consciencia»
Inhale profundamente como si casi me hubiese ahogado ,despertando abruptamente me incorporé en el asiento con la respiración agitada y una capa de sudor sobre mi piel, el corazón me palpitaba tan fuerte que lo sentía en los oídos.
-¿Estas... Bien? - me preguntó el señor que tenía el asiento al lado del mío; asentí varias veces aún alterado - ¿quieres que llame a la azafata?
-No, no... Gracias, fue sólo una pesadilla
-¿Seguro?
-Si, gracias