Soy leyenda

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Soy leyenda en este mundo, soy una leyenda, un ser que no esta pero estoy presente en todos los lugares, una leyenda, que, cuando llegue a ser parte de lo que veo en el atardecer, morirá, ya no sera mas que un recuerdo, una huella en el mundo; mis hazañas serán recordadas, mis consejos plasmados en la vida de aquellos a los que les llego. Probablemente me quede aquí a soñar.

Comprendió de pronto, sin esfuerzo alguno de que el nunca podría ser parte del paisaje, de que todo lo que hizo no seria olvidado, de que a todos a los que ayudo estarían agradecidos. Aquella persona que decidió seguir adelante, que nunca mas caería en aquel pozo de tristeza. Lo recordó todo, se levanto y se dirigió hacia adelante sin voltear atrás, estaba dispuesto a cumplir todos sus deseos, enfrentar las adversidades, a ser el único que forjaría el destino propio.

Había imaginado muchas veces como seria esta vez con aquel pozo, el cual era su peor obstáculo y su mayor enemigo, aparte de si mismo. El ya había caído muchas veces en ese agujero obscuro, viscoso, ruin. El ya había logrado vencer muchas veces al hoyo de tristeza y soledad, pero esta vez fue mas difícil que nunca, sus sentimientos estaban en el suelo, sus ánimos perdidos la leyenda estaba perdida, ya no tenia nada porque luchar, nada porque salir de allí.
Un recuerdo de una batalla de antaño llego a su mente, una batalla similar, aquella vez había perdido casi todo, un sentimiento aguardaba en su interior, un sentimiento de soledad y felicidad, salio sin ayuda de nadie, salio con su propia compañía. Lo recordó junto con ese sentimiento, una luz emergió de su interior, iluminando y purificando el interior del pozo, las paredes empezaron a moverse hasta que formaron unas escaleras hacia una pradera iluminada por un cielo estrellado.

Durante un rato se quedo esperando el tren con la cara recta, ya había tardado mucho, era normal en esa linea.
Llego una joven de estatura media y cabello castaño, le saludo de lejos agitando la mano en el aire; se acercaba rápidamente, parecía un tren que no tiene frenos.

-¡Hey! -dijo la chica que ya estaba a lado de el- ¿Que haces aquí?, pensé que ya te habías ido.

-Me di cuenta que ausentarme seria mala idea -contesto el con una sonrisa en la cara.

Historias de un loco trovadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora