Capítulo 2.

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Nota.
En multimedia la linda Fiorella. Sorry a todos por subir SÚPER tarde un nuevo capítulo. Un pequeño aviso, una parte estará contada desde el punto de vista de Noa y la otra parte por Fi. Ahora si, lean :v

Tendrá que descansar unos días. Afortunadamente no sufrió una lesión grabe.

Perfecto, muchas gracias.

Lentamente abría los ojos para saber de donde provenían las voces que martillaban mi cabeza. Primero me encuentro acostada mirando a un techo blanco y una luz insoportable que me obligó a entrecerrar los ojos.

—Vaya, la bella durmiente ya despertó. —Susurra Adam sentado al lado mío.

—Me duele mucho la cabeza y...el tobillo. ¿Qué sucedió? ¿porqué me duele mucho?¿dónde estamos? —Al dirigir la mirada a mi tobillo derecho veo que está vendado.

—Noa, tranquilízate, estamos en un hospital, te lo contaré todo. —Me empuja la cabeza para que me vuelva a acostar en las cómodas almohadas. —. Primero, lamento dejarte sola, es sólo que Liam se vuelve muy hablador y...oye, te estoy hablando.

No quería mirarle, me traicionó con ese Liam sabiendo que tenía deberes, eso no se lo perdonaré, además de que me dejó sola con Fiorella. ¿Habrá venido? No, es obvio que no, ella se fue por su camino y yo por el mío pero, ¿Qué pasó después? Una mini-yo en mi cabeza me miraba con ganas de asesinarme, era obvio que Adam tenia las respuestas; así que ganándole a mi orgullo me giré hacia él con mi mejor cara de enojo.

—Lo sé, estás enojada —se restriega la cara con una mano hasta llegar a su cabello y alborotandolo, dejándolo desastrosamente sexy —, pero dejadme hablar, chica. Bien, luego de que Fi te acompañara, algo que debí hacer yo, fuiste caminando sola el resto del camino,  el punto es que tú al cruzar la calle un carro te atropelló, pero nada grabe. Ella te acompañó y te trajo al hospital, dijo que no se iba hasta que despertaras. La iré a buscar.

¿Me atropellaron?, ¿Fiorella me ayudó? Y...¿aún sigue aquí? De repente un fuerte dolor de cabeza se hace presente.

—¡Demonios! Olvidé que tienes que tomar esta pastilla para el dolor de cabeza —Adam se mueve alrededor de la cama para buscar algo en una pequeña nevera —. Lo siento —se encoge de hombros mientras me extiende la botella con agua y una pastilla —, ahora regreso —se va .

Sin más que esperar me siento cuidadosamente y me tomo la pastilla. Dejo la botella en una mesita y me dejo caer de nuevo en las deliciosas almohadas; los enfermos siempre son tan bien atendidos, debería enfermarme más, no, mejor no, ¿Qué hora es? Empecé a buscar con la mirada algún reloj, cuando encuentro uno de pared creí que mis ojos se iban a salir y revotar en el suelo, ¡Son la 1 de la madrugada! Esto no puede pasarme a mi, se supone que debía terminar mis deberes, ordenar mi uniforme, dormir ¡y repasar para un examen que tenía! Todo esto es culpa de Adam, me las pagará.
Mis pensamientos son interrumpidos por un ligero chillido de la puerta que se abría lentamente mostrando una cabellera rosa pastel para luego oír cerrarla. Fiorella al voltearse se dirige a mi con pasos lentos mientras me miraba de pies a cabeza, su cabello estaba recogido imperfectamente dejando algunos mechones rebeldes que se los colocaba detrás de las orejas. No puedo evitar sentirme nerviosa con su mirada fría y lo que hago es hundirme en la cama viendo hacia mis manos.

Leave Me Alone. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora