Capitulo 8: El escape

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Tenía que pensar en cómo salir, ya lo había intentado pero mi primer plan no funcionó, pero por suerte espontáneamente ya tenía otro en marcha, la chica la cual ni siquiera sabía su nombre a pesar de que ella siempre había intentado hablarme, ella era mi plan. Sólo esperaba a que llegara la hora para verla y que me ayude. Espere mientras Edwin admiraba cada respiración que tomaba. Mis días sólo eran observar y pensar que tal vez mi antigua vida no era tan mala, creía que al tener un novio, sería una distracción a mis problemas, me equivoqué. Vivía y ansiaba cada segundo que pasaba no había forma de salir de aqui, ni siquiera tenía la opción de quitarme la vida. Al dar las nueve escucho pasos que me avisan que Edwin se va, me precipitó a gritarle:
- Oye!- grite- Edwin!
- Que pasa? Necesitas algo cariño?
- De echo si- digo algo tímida- tengo frío podrías prestarme unos jeans?-
- Sólo por que te amo.- me dijo
Entro al cuarto y me los dio paresian cómodos ahora , vestía un camison, unos jeans y mis tacones que no me ayudaban pero no podía pedir más, así que los refiere. Dieron las 10:00 parecia que ya no había rastro de Edwin en el ático.
La chica todavía no llegaba, me puse a revisar el cuarto por si tal vez había algo que me ayudase.
Miro Asia la pared del lado derecho y noto unas marcas y abajo de ellas estaba escrito el nombre de "Emily", no era cierto ya había estado otra chica aquí tal vez eso explicaba porque había un camison y un pasador para el cabello. Edwin era un tipo de Psicópata.
Mi mentalidad era salir de aquí después de saber que no era la única sólo me aterrorizaba más.
Escucho un grito, una voz de mujer, me asomó hacia la ventana, era ella, suspire y mire con atención. En un cuaderno con un rotulador escribio: ALEJATE. Lo hice la obedesi. Justo cuando mis pies tocaron el piso una enorme roca roso mi rostro rompiendo la ventana en pedazos.
Sólo escuche el grito de ella diciendome: - Vamos Salta!
No sabía que hacer probablemente si saltaba me lastimaría y no pudiese correr debía elegir ya pues escuchaba a alguien corriendo, a Edwin corriendo.
Al menos tenía dos salidas: Saltar y huir o morir en el intento.
No lo pensé más, salte e impacte contra el suelo tuve la suficiente fuerza para levantarme e irme corriendo con ella, corrimos durante 20 minutos y al darme cuenta mediache estaba a mi lado diciendome de alguna manera, correo chica corre.
Después de hablarme se paró yo quería volver por el pero ella no me dejo, me tomo de la mano y me dijo no pares. Me guío hacia una calle extraña donde me subió a su auto y se arrancó rápidamente.
Suspire profundo casi dejándome sin aire mientras pensaba qen que seguramente, ya había acabado, ya había escapado de las torturas que prometía que era amor.

Llorar En Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora