One shots Exo

Suho y tu

"Tu eres mi cura"

Otra estúpida y aburrida reunión ¿Que no saben que nos queda claro como cuidarlos? ni que fuéramos tan malos. Siempre las mismas instrucciones, pero la más importante era: convivir de tal forma con el paciente según su salud. Y es más que obvio, no puedes tratar de la misma forma a un paciente paranoico como a un loco alucinógeno. Pero como dice el jefe, "Por si acaso"...

Aún así me gustaba mi trabajo, era doctor en uno de los hospitales más grandes del país, trabajo en el departamento de psiquiatría y salud mental. Era divertido y asombroso lo que puede llegar a hacer el cerebro humano, las reacciones de los pacientes en ciertas situaciones era siempre algo nuevo. Claro, en el tema de un enfermo controlable. Eh estado tanto tiempo trabajando aquí que ya tenía una buena relación con los pacientes y sus familiares.

-Buenos días...- con tranquilidad y lentitud entré a la habitación.

-¡Señor humano!- exclamó el paciente sonriéndome desde su camilla.

-¿Cómo está joven Luhan?- pregunté acercándome a él con una amigable sonrisa.

-Precavido como siempre- el chico entrecerró los ojos y miró a ambos lados investigando su alrededor, pero aún con su loca sonrisa -Puede que esté seguro aquí, pero sé que los alces me encontrarán...

-Tranquilo Luhan, nadie te encontrará- río por lo bajo mientras le cambio el suero.

-¡Pero yo soy el rey de los ciervos! ¡No me voy a dejar caer por la guerra que nos dan los alces! ¿No ves mis cuernos? ¡Tengo el poder!- el chico señaló encima de su cabeza mirándome con una expresión de "Obviously".

-Claro Luhan, ¿tomaste tus pastill...? Digo, ¿tus frutos de poder?- pregunté rápidamente al equivocarme.

-Si humano. La azul, la verde y la roja- asintió el chico señalando los distintos frascos con pastillas de colores dentro.

-Muy bien, dentro de poco traerán tu comida- le informé yendo a la puerta.

-¡Cuidado con los alces! Están en todos lados- me advirtió mirándome con ojos como platos.

-Está bien, cuídate- me despedí y salí de aquella habitación.

Xiao Lu Han: Esquizofrenia Psicótica 

-¡Doctor!

Automáticamente busqué aquella persona que llamaba con tono desesperado. Ya era normal para mi detenerme en mi lugar para atender a cualquier persona que mencionara la palabra "Doctor", sea o no para mi, siempre había que estar atento. Y efectivamente, en este era mi caso, una mujer de mediana edad se me acercó con los ojos llorosos y sus respiraciones largas y pesadas demostraban que había corrido un gran tramo. Ya no es nada nuevo ver gente sufriendo por saber la salud de su pariente y con los nervios a flor de piel, pero aún así había que ser pacífico con ellos.

-Doctor, mi sobrino está internado aquí ¿Cómo está?- habló rápidamente la mujer sin dejar de mirarme.

-Señora, ¿habló con los de recepción? Según que sufrió su sobrino estará en el departamento adecuado- no le costaba nada, la recepción estaba a solo unos metros.

Una vez a la semana tenía que ir al departamento principal del hospital, y hoy era el caso. Buscar la renovación de los formularios de mi lugar y volver a mi rutina de todos los días.