¿Mariana?.- Dije asustado. Ella volteo asustada, era ella, estaba sucia, y parecía que había llorado mucho, por el maquillaje en su rostro.
-No le digas a nadie que estoy aquí, por favor, no se que hacer.- Dice suplicando.
-Tranquila, ven vamos a mi casa, esos tipos pueden venir.- Digo bajándome de la ventana, para darle un abrazo.
-No puedo irme.- Dice triste.
-¿Por que?.- Solo observo.
-Vete de aquí Dom.- Exclama.
-Mariana, todo este tiempo he estado preocupado por ti, cuando por fin decides volver me tratas de esta forma? trato de ayudarte.- Digo enojado.
-Pues no me ayudes, no te necesito, vete .- Contesta aún más enojada.
-Cuídate Mariana.- Digo bajando por el árbol.
Volví a casa, estaba mamá y papá cenando.
-Hola cariño, ven a comer algo.- Dice mamá tierna.
-No mamá, comí en casa de Miles.- Miento.
-Bien.- Dice sin más. Fui a mi habitación, me puse hacer la tarea de matemáticas, no era muy bueno en matemáticas sinceramente. Termine la tarea y después fui a dormir.
A la mañana siguiente todo parecía normal, como si jamás hubiera conocido a Mariana, me había obsesionado con ella, pero tal vez no me merecía, esa chica es muy rara. Hice toda mi rutina ya conocida, y llegue al colegio.
-Hey Miles.- Le grito a mi amigo desdé la puerta.
-Hola brother, no vas a creer quien volvió.- Dice casi gritando.
-No me digas... ¿Mariana?.- Respondo sarcástico.
-¿Ya la has visto.?- Dice.
-Si, ayer, fui a buscarla como de costumbre bro, ella no es la chica que pensaba, ella si es una mala persona, ya no quiero saber nada de este tema.- Digo desilusionado. Entramos a la primera clase; Literatura, Mariana estaba sentada, había algo diferente en ella, se veía más bonita, y estaba con un chico llamado Alonso. Los celos comenzaban a ser más notables. Así que no entre a esa clase, le dije al profesor que me sentía mal. Ni siquiera podía reconocer que me molestaba verla feliz ahora, solo pensaba que no tenia sentido.
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Enamorado de Mariana
Teen FictionElla era sin duda la mujer mas hermosa que dios hubiese creado, cada lunar, cada peca, cada imperfección en ella me parecía hermoso. Pero era diferente, ella era fría y cruel... Me llamo Dominik, tengo 17 años, Mariana ingresó a la preparatoria, coi...