Jonathan

3.7K 151 12
                                    

Me estaba mirando, con esos ojos tan amables, pero ahora nublados por la tristeza. Nos conocimos en una fiesta, lo primero que vi fueron sus ojos, tan azules como el mar, antes de chocar con él, le pedí perdón y lo ayude a levantarse, él me miro confundido, sabía quién era, pero no le importó. Me invito a sentarme con él en la barra, comenzamos a charlar, me dijo su nombre, digno de alguien como él, Alexander Lightwood. Estuvimos hablando el resto de la fiesta, como si fuésemos amigos, teníamos muchas cosas en común, y me agrado, también intercambiamos números de teléfono, le dije que lo llamaría luego. Ambos nos despedimos y me fui.

Él y yo empezamos a charlar por teléfono muy seguido, bromeábamos, nos reíamos, disfrutaba mucho hablar con él, escuchar su voz. En el campo de batalla, fingíamos odiarnos, sin embargo, mis ojos no podían evitar seguirlo a todas partes, era un arquero excelente, amaba verlo disparando flechas sin piedad, pero detestaba ver a ese brujo a su lado, ¿Por qué Alexander se había tenido que enamorar de él? No congeniaban en nada, y ya había escuchado muchas veces a mi pequeño llorar contra el auricular del teléfono.

Y ahora, Alexander yacía frente a mí, llorando, lo abracé, no lo dude, él lloró y grito triste, el maldito brujo le había roto el corazón, y él había recurrido a mí, de todas las personas, él vino conmigo, y no lo lamentara.

-Alexander-Lo llame y él se separó de mí-No llores, nadie volverá a hacerte daño.-

Él sonrió con tristeza.

-Lo sé-Me contesto-Desaparezcamos, Jonathan. Desaparezcamos, y volvamos sólo cuando seamos los reyes del mundo, volvamos cuando el infierno arda y el fin llegue a los cazadores de sombras.-

Me llamó por mi nombre, y me gusto, él no me considera un monstruo, me considera una persona en la que puede confiar, me quiere.

-Te doy mi palabra de que volveremos-Le dije decidido y toqué mi anillo.

Aparecimos en medio del bosque, donde diluviaba, sonreí y le dije al oído:-Bienvenido a tu nuevo hogar.-

Él me miro, sonreía.

-Estoy en casa-Me dijo.

Continuara...

Por conocerte a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora