Let Me Be The Hero This Time

El superheroe de otro superheroe...

Disclaimer: Ni la serie ni los personajes me pertenecen, por motivos de trama algunos tendrán nombres diferentes a los originales. Ditean City es una ciudad ficticia que aunque suene como Detroid es mas como una mezcla entre Arlington de Texas  y New York, pero en Inglaterra, claro.
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01:30 pm
Inglaterra - Ditean City

Es poco mas de medio día, el cielo está despejado y los rayos del sol iluminan las bellas flores del jardin de Petunia mientras está es devorada por sus nervios al ver a su amiga de menos de 1,60 subida en una escalera intentando arreglar las luces del invernadero.

— T-Ten cuidado, por favor, podrías caer.

— Voy a estar bien, ya casi termino. — La pelirosa en la tambaleante escalera de madera blanca parecía muy segura de si misma, quizás demasiado como para notar como se movía aquello en lo que estaba parada.

Por su lado, Petunia parecía estar a punto de desmayarse cuando su salvación llegó. Connor, nombre real de Splendid, traia en sus brazos una bolsa de tierra de hojas encargada por su amiga cuando vio a esta con las manos juntas y el rostro pálido, parecía haber visto un fantasma o estar rezando por piedad. Fue solo cuando Giggles finalmente resbaló y soltó un grito, que Splendid noto lo que pasaba y en tan solo un segundo corrió para atraparla en el aire.

Y Petunia, finalmente se desmayo.

— ¿Estás bien? —Pregunto este confundido, la pelirosa suspiro y asintió antes de ser bajada.

— Pero creo que Petunia no tanto, iré por un vaso de agua.

— Mejor quédate con ella, yo traigo el vaso de ag-... — Antes de que pudiera decir más, escucho en la ciudad las sirenas de policía alertando un crimen. —¡Sabes que! Mejor ve tu por el agua y yo la cuido.

— De inmediato. — La chica se apresuró en entrar a la casa, y Splendid, aprovecho de dejar a Petunia en una banca del lugar y salir volando en menos de cinco segundos...

En forma literal.

Banco central de Ditean City

— ¡Al suelo, al suelo! ¡El que se mueva le disparo! —No era un supervillano tratando de destruir la ciudad o esclavizarla, era algo más pequeño pero de igual modo peligroso, una banda de ladrones armados que tenían rehenes dentro del banco que robaban.

— ¡Date prisa maldita sea, no tenemos todo el día! —Se veían apresurados, muy apresurados.

Y tenían buenas razones para estarlo.

Una ráfaga roja paso junto a quien apuntaba a los rehenes y les quito el arma en un par de segundos.

— ¿Robando un banco de nuevo? Esto comienza a ponerse aburrido. ¿No sé les ocurre algo más original que hacer, de verdad? Pfff. — El pelirrojo de antifaz azul jugaba con el arma tal como si fuera de juguete, de pronto pareció ponerse serio y apuntar al desarmado hombre. — Creo que hasta yo podría hacerlo mil veces mejor sin usar mis poderes, en serio. En este punto ya aprendí todo lo que hay que hacer, y en especial lo que no hay que hacer, y eso es gracias a ustedes... Por ejemplo. — Lanzo el arma al aire y se apareció rápidamente tras el tembloroso ladrón, para sujetarlo de los hombros y susurrarle. — A no robar en mi ciudad. — Dicho esto, lo empujó para darle una "pequeña" paliza antes de poder atarlo y agarrar el arma antes de que está tocara el suelo.

— Mierda... —Al verlo, algunos intentaron escapar y otros simplemente se rindieron.

— Hora de divertirse. — El chico sonrió antes de comenzar con el espectáculo, ninguno de los que intentaron huir pudieron si quiera llegar a la puerta, solo aquellos que se rindieron pudieron salir para ser esposados. En cuanto al resto, bueno... Estaban atados entre si en el resto del banco con las mismas cuerdas que habían atado a sus reenes, quienes ahora estaban libres y aplaudían a su héroe que les dedicaba una reverencia.