Hace algunos años que no radico en Izcalli y como el doble de tiempo que no pasaba por la parte trasera de la secundaria.
El fin de semana pasada, cuando llevamos por la noche a @roberto montoro a su casa, que prácticamente colinda con las bardas de los laboratorios, tuve pocos segundos para ver muchas escenas de mi adolescencia pasar por mi mente mientras veía fijamente las bardas cubiertas por esa metástasis del graffitti.Honestamente me sentí triste. Ver en tan mal estado las bardas y sumarle el hecho de que tanta pintura en aerosol sin sentido (porque, definitivamente, eso no es arte) en las paredes y la puerta vieja, es uno de tantos reflejos de que nuestra sociedad y juventud cada vez están en peor decadencia.
Odio el graffitti, ese, el que es delito, el que daña monumentos históricos, zonas patrimonio de la humanidad, propiedades privadas y el verdadero significado de lo artístico. Tanto como los de la 420 odiaban a los de la 61. Lo odio... ¿Ya les dije que lo odio?Entre mi tristeza y mi miope mirada fija, tuve un recuerdo, que da razón a esta crónica, para no perder la costumbre y tampoco perder los fans.
Tercer grado, grupo F, ciclo 98-99.
Teníamos sesión de matemáticas con el profesor Miguel Frausto y nos pidió llevar para la siguiente clase thinner, gasolina blanca, estopa, periódico y música del "Gran Silencio"...no, no, la música no.
No recuerdo que día de la semana era, pero estoy segura que era la cuarta hora.
La clase la emplearíamos en eliminar el graffitti que estaba en las bardas de la escuela que daban hacia la col. parques.
El maestro nos dividió en equipos de acuerdo al tamaño de las letrotas de aerosol y fue asignando la tarea a despintar.
Ibamos avanzando con él, haciéndonos menos mientras se iban quedando los equipos en sus áreas asignadas.
El profesor se detiene en el pilar de concreto que marcaba el inicio de la malla ciclónica y me dice: "ya se cual vas a despintar tú" señala con ademan unas letras que mi hijo de tres años hoy hace mejor con crayones, que decían:
Fulano y Araillé (omitiremos el nombre del Fulano)Me lleva la chinnn...
Fulano se había tomado la molestia de expresarme su amor con aerosol. Se hubiera rayado su fulana cola o por lo menos, un pilar de su secundaria, porque ni siquiera era alumno de tan sagrado plantel.
Enojada, porque enamorada no podía estar, tomé la estopa húmeda y comencé a borrar la pintura mientras entre dientes y con todo mi pensamiento repasaba de que manera iba a reclamarle a Fulano su "arte". Porque de su arte a... (Ya saben que sigue)
Escríbeme una carta con papel y lápiz. (Todavía no había whatsapp)
¡Orale a la frrrr....iendzone por delincuente!Hicimos un buen trabajo... Que hoy, viendo las bardas de nuestra escuela, nadie creería que alguna vez se hizo.
Compañeros, ex alumnos de la Secundaria Oficial No. 420 "Sor Juana Inés de la Cruz" ; esta ocasión no solo quiero contarles una crónica, también quiero invitarlos a que repitamos esa labor. Que seamos ejemplo para los que hoy pisan el mismo salón que un día pisamos nosotros, y que el o la adolescente que fuiste pueda tener otro motivo para sentirse orgulloso (a) del adulto que eres hoy.
La próxima ocasión que vaya a Izcalli que, primero Dios, será muy pronto, quiero invitarte a que lleves estopa, thinner, periódico y le regalemos un poquito de nuestro tiempo al lugar donde pasamos tres años (o cuatro, si reprobaste alguno de esos tres)... Y de paso nos reencontramos ¿te unes?
Yo ahí estaré y si gustas unirte, siendo ex alumno o alumno serás bien recibido...no importando si llevas música del "Gran Silencio"
