Mi hermana menor no quería sesaserce de su muñeca, a pesar del miedo que le tenía.
Ella decía que la muñeca quería cambiar de cuerpo con ella y que la amenazaba con matarla a ella y a todos nosotros.
Un día sin razón alguna la tiro ala basura.
Mis padres estaban felices por verla madurar y dejar sus miedos infantiles.
Pero yo en cambio, fui el único que noto que la mirada de mi hermana ya no era la misma.