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"Yuuichirou..."

"¿Quieres casarte conmigo?"

Qué es lo que acaba de...? -pensó perplejo-

Esta última frase fue directo hacia el corazón de Yuu, haciendo que su cuerpo se estremeciera y que todas sus emociones vacilaran ante él,

-Qué es esta sensación tan abrumadora?

-Porqué la respuesta no sale de mi boca?

Esto se debía a la seguridad que el tiempo les arrebató,

Su respiración, su tacto, su vida entera estaba al borde de estallar en felicidad...

Esto es justo? Esto es de verdad? En realidad no estoy soñando más? -se dijo aturdido-

"Yuu-chan..." -susurró Mikaela despertandoló de sus tortuosas inferencias-

Yo estoy aquí; Atreviéndome a pedirte que me ames, después podemos seguir soñando juntos y así podré pedirte me regales tus miradas...

Porque quiero ser yo quien te diga todos los días que Te Amo,

Por que quiero ser yo quien siempre te ame,

Yuu-chan...

Dejáme depositar este sueño en tus labios cada mañana,

Quiero dejar caricias en tu cuerpo y poder gritar que me perteneces,

Por que soy un egoísta que no puede estar lejos de ti...

Pero...

Este egoísta quiere estar contigo hasta el día en el que deje de respirar, por que cuando llegue ese momento séntire que mi vida habrá tenido sentido.

Yuu-chan...

Dime que estarás conmigo en la eternidad...

No había más que decir...

La aflicción en sus ojos no podía evitarse, la agonía en su boca no quería permanecer cerrada y el temblor en sus manos estaba gritando en silencio por tomar el control de cada parte de su cuerpo, Mikaela tenía escrito en él la frase "Di que sí"

Lo único que pudo hacer Yuu fue tragar saliva y tomar valor para decirle:

Mika...

No ...

No me dejas más opciones así,

Ya te he dicho antes que lloraría si te vas, no es así?

Aunque en un principio me costó aceptar estos sentimientos tuyos...

Yo...

Yo...

Mikaela no dejó que terminara de hablar y lo detuvo a mitad de confesión con un beso,

Mi-Mika... -murmuraba Yuu tratando de liberarse de aquellos ardientes labios-

Es-espera! -gritó avergonzado-

-Je jeje -soltó una risa-

Si no dijeras ahora lo que quiero escuchar, probablemente no sabría que hacer...

Yuu-chan. -dijo Mikaela soltando una lágrima-

Mika!! -exclámo Yuu sujetando con sus dos manos el rostro de este-

No te Dejare ir... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora