Capitulo 16: Peleas

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Min Ho ya estaba listo para la noche, llevaba un pantalón largo de color blanco, cinturón negro y una camisa verde oscuro en la parte de los puños era blanca así como donde se abotonaba la camisa también tenía partes blancas.

Claudia lucía un vestido sencillo a la altura de la rodilla de una sola pieza completamente llano sin flores ni nada, lo que más relucía era su sonrisa radiante que no se opacaba ni con el brillo del diamante de su anillo de compromiso y con el de bodas

-Luces hermosa –la recibió su esposo quien tomo una flor de uno de los jarrones que adornaban su habitación, estaban catalogados como <<recién casados>> y por ende su cuarto siempre tenía flores frescas

-Tú también luces terriblemente sexy, creo que mejor no te dejo salir del camarote no vaya a ser que alguien te me robe –consiguió una sonrisa de su esposo

-Tranquila que nadie me robara sin que yo oponga resistencia, a no ser que la secuestradora seas tú entonces sí, haga de mi lo que quiera

-Tentadora oferta, la considerare más tarde, vamos –ambos salieron abrazados de la cintura. Como le había dicho Min Ho era una fiesta en una discoteca del crucero, el lugar estaba casi repleto cuando ellos llegaron pero se dieron sus mañas para entrar y conseguir mesa

-¿Te molesta la bulla? –pregunto a Claudia gritando sobre la música para que la pueda oír

-Pues si está un poco alta, pero no importa hemos venido a divertirnos –le dijo y lo tomo de la mano para sacarlo a bailar una música tropical que sonaba en ese momento

-Recuerde que me debe dar clases –le recordó su esposo

-No se me olvida –esa canción siguió a otra y a otra y a otra, estaban divirtiéndose y alternaban el baile con bebidas bajas en alcohol y besos, sobre todo besos- Ya regreso voy al baño –le dijo en su oído

-¿Quieres que te acompañe?

-Tranquilo que no me perderé de aquí al baño –rió ella. Él asintió y la vio marcharse mientras pedía otro coctel. Cuando Claudia regresaba paso junto un grupo de jóvenes que al parecer las copas ya las tenían hasta en las últimas neuronas

-Hey guapa, quieres compañía

-No gracias –les dijo pasando de largo

-Vamos no te hagas la difícil, solo un baile –se interpuso uno de ellos, alto y morenos

-Dije que no, permiso –pero el sujeto no se movía. Min Ho observaba entre la gente por si veía a Claudia pero no la hallaba hasta que centró su atención en el grupo de jóvenes ebrios, inmediatamente dejo su lugar y fue para allá.

-Vamos nena –quiso tomarle el brazo pero ella no se dejo

-¡No te atrevas a tocar a mi mujer! –la voz de Min Ho rugió detrás de ellos, sujeto a Claudia de la mano y la puso detrás de él protegiéndola

-Tranquilo chinito –dijo el alto y moreno con clara voz de ebrio, el Min Ho callado y sereno se perdió porque este al oír la palabra <<chinito>> alzo el puño y mando al hombre al suelo con la nariz sangrando

-¡No Min Ho no! –Claudia lo sujeto para que no le pegara más al tipo.

-Déjame que lo matare a golpes –quiso zafarse de ella pero no pudo

-¡Hey amigo tranquilo! –hablo otro que tenía una botella en su mano mientras dos más ayudaban a primero a levantarse

-¡No soy tu amigo! –Replico Min Ho molesto- Si se acercan a mi mujer de nuevo no respondo –y ahí estaba de nuevo el pronombre posesivo pensó Claudia

-Oye no soy ningún objeto te recuerdo –hablo ella

-¿Qué?

-Soy tu esposa no algo de tu posesión

-Claudia

-No eres mi dueño, eres mi esposo –se alejó del lugar seguida de Min Ho. Una vez fuera de la discoteca salió a la cubierta del barco donde la noche estaba más que fría

-¡Claudia! –la llamo al alcanzarla

-¿Porque será que los hombres siempre piensan que una es de su propiedad?

-Sabes que no quise decir eso –se defendió él- No te considero un objeto ni nada parecido y me parece absurdo que te enojes conmigo por eso. ¡Solo te estaba defendiendo!

-Pues podía yo sola, gracias

-Pues no parecía

-Siempre he sabido defenderme desde niña, no necesito a ningún <<macho alfa>> que marque terreno alrededor mío

-Quizás eso era antes, pero ahora ese <<macho alfa>> es tu esposo y no dejare que nadie te falte al respeto te guste o no –ella se giró dándole la espalda y cruzada de brazos. Min Ho suspiro echando su cabeza hacia atrás hasta lograr serenarse. Desde que estaban juntos esta se podría decir que era su primera pelea. La abrazo por detrás con cariño- Ya no quiero que te enojes por esto, sé que puedes defenderte sola que lo has hecho toda la vida. Pero también quiero que sepas que ya no estás sola, ni tu ni tu hermana ni tu madre. Si alguien te ofende o trata de sobrepasarse contigo créeme que brincare como pantera por defenderte –esa comparación hizo que Claudia soltara una risita- Quiero que cuando mires aún lado me veas a mí, porque no estarás sola nunca más –ella se giró hacia él

-Lo siento no debí enojarme por esa bobada

-No me molesta que te enojes, mientras lo podamos solucionar así como ahora

-Tú has llegado hacer una bendición en mi vida

-Bien, ya somos dos –la brazo fuerte para después besarse como si fuera la última vez- Sera mejor que vayamos al camarote o nos pueden arrestar por atentado al pudor –bromeo y como dos adolescentes que habían hecho alguna travesura corrieron con dirección de habitación 

  **

Habían pasado exactamente tres meses y medio desde la boda de Claudia y Min Ho. La relación de Jun y Lisa iba mejor que nunca con un plus adicional, pues desde la primera vez que estuvieran juntos él se quedaba a dormir con ella prácticamente todas las noches. La mamá de ella seguía de vacaciones en Colombia pero las vacaciones de ellos ya se habían acabado y debían iniciar el nuevo semestre.

Como cada nueva iniciación la Universidad daba una fiesta de integración para los estudiantes a la que Lisa quería faltar pero a insistencia de Jun fue con él. Se topó con sus compañeros de siempre y uno que otro alumno nuevo. Baby Jun como siempre era el centro de donde giraban la mayoría de estudiantes y eso a Lisa no le molestaba pues sabia lo popular que era su novio entre los hombres así como entre las mujeres.

Claro que había una en particular que lograba sacar sus instintos asesinos a flor de piel y de dulce hada podía transformarse en abeja asesina. Tiffany Belkan era de por si odiosa, zalamera y demasiado descarada cuando de coquetear con hombres se refería. Desde hacía un buen tiempo le había puesto toda la atención a Baby Jun pero desde que él había conocido a Lisa casi no la trataba más que para hablar lo necesario.

-Baby cariño –hablo con su particular tono chillón- Bailas conmigo –Jun la miro y luego a Lisa a quien la sonrisa se le había borrado apenas la había visto acercarse a su mesa

-Ahora no, quizás más tarde –dijo con educación para quitársela de encima

-Tu noviecita no te da permiso –recalco la palabra <<noviecita>>

-Jun no necesita mi permiso –replico Lisa- Si quieres ir ve –le dijo a él pero este negó ligeramente

-¿Ves Baby? A ella no le molesta –dijo y lo tomo del brazo y lo jalo haciéndolo parar de la silla.

La música que sonaba era rítmica pero la tipa friccionaba su cuerpo al de Jun a propósito cada que Lisa los miraba, esta que estaba que volaba de los celos pero se mantenía digna sin mover ni un musculo pero con ganas locas de ir por una motosierra y cortarle esas manos largas que tenía la tipa oxigenada esa. Quería comportarse como una mujer madura y nada celosa pero cuando su novio tomo las manos de la tipa su poca cordura exploto.

Se levantó de golpe de la silla haciendo que esta caiga al suelo y sin decir media palabra se dirigió rumbo a la puerta. Había sido suficiente de la fiestita de bienvenida. Baby Jun la vio abandonando el lugar y corrió tras ella, alcanzándola al cruzar la puerta

-¡Lisa espérame! –dijo deteniéndola

-Para que si te veo muy dichoso bailando

-¿Qué?

-Me voy a casa, si quieres quedarte quédate –dijo molesta

-¿Por qué me he de quedar si tú te vas? Además te recuerdo que si baile con esa loca fue porque tú me mandaste

-Ah y el niño tan obediente fue –puso las manos en su cadera

-¡No! Pero tu... -era imposible discutir así que decidió que era mejor que la fiera se calmara- Iré por la moto, espérame aquí –Jun fue y regreso al cabo de pocos minutos, le dio el casco a Lisa y ambos partieron.

Cuando la moto se detuvo frente al portón de la casa de Lisa esta fue la primera en bajarse sin esperar que su novio la ayudara como siempre. A cada paso que daba se podía sentir su molestia aun, Baby Jun se quitó el casco y lo puso sobre la moto siguiéndola mientras ella sacaba el juego de llaves de su bolso

-Seguirás enojada conmigo por eso –pregunto su novio

-Sabes algo Jun no es el momento de hablar al menos no ahora porque soy capaz de arrancarte los ojos –amenazo ella mientras abría la puerta pero al querer entrar su novio la detuvo

-Pero no tuve la culpa. No seas injusta

-¿Injusta? La oxigenada esa te toco por todos lados ¿Y la injusta soy yo? –alzo la voz

-¡Era un baile! Además no fue así estas exagerando

-Bien la próxima vez seré yo la baile así con otro hombre y veremos si opinas igual –intento entrar de nuevo pero él la detuvo también de nuevo

-Tampoco –dijo- Bueno está bien, tú ganas pero ya no te enojes. Te lo dije solo fue un baile y...

-Y nada... ya vete que quiero entrar a dormir

-¿Me estas corriendo?

-Sutilmente si

-Pues no me iré y mucho menos dejándote así toda brava y enloquecida por algo que no tiene importancia

-Vuelve a decirme que estoy loca y te golpeare donde más te duele

-No digo que estés loca. Estas celosa y sin motivos –Lisa frunció las cejas más de lo que ya la tenia

-Si ya oí tu explicación y sabes no me convence. Así que buenas noches –dijo volteándose y poniendo las manos en la puerta para cerrarla. Jun se apoyó en el marco de la puerta con ambas manos y a voz de perro regañado pregunto

-¿No me dejaras pasar?

-¿Para qué?

-Para contentarte con besos. Con caricias –dijo con voz suave

-¡Ah quieres sexo! –gruño Lisa y al ver la expresión de su novio sabía que se había pasado en su respuesta. Jun saco las manos del marco de la puerta y con las cejas contraídas y los brazos en su cintura respondió

-Pues sabes que no. Yo creía que hacia el amor con mi novia al menos es lo que siempre he pensado desde la primera vez y no que tenía simple <<sexo>> -se pasó la mano por la nuca- Pero está bien ya capte que estas muy enojada. Que descanses –dijo sin darle opción a decir nada más y avanzo hasta su moto y solo oyó el portazo de la puerta al cerrarse.

Continuara...

BLANCO Y NEGRO (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora