Capitulo 14: Por siempre juntos

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Kyo felicito a los novios y charlo un poco con ellos antes de marcharse y despedirse de Baby Jun quien tenía a una Lisa a lado por si la tipa se pasaba de lista causando risas en su novio. Cuando la fiesta acabo Claudia y Min Ho después de subir a la señora González en un avión a Colombia fue su turno de tomar el crucero. No sin antes recomendarle mucho a Jun que cuidara de Lisa y que no cometieran locuras.

Una vez que subieron al <<Reina Elizabeth II>> Claudia quedo maravillada con los lujos del barco por dentro, un botones los guio hasta su camarote donde su equipaje ya se encontraba

-Señores Lee este es su camarote –dijo el joven de ascendencia hispana

-Uaooo –dijo ella al ver la habitación por dentro. Min Ho sonrió dio la propina al botones y este se marchó luego de enseñarles todo el camarote

-¿La nueva señora Lee está contenta? –dijo abrazándola por la espalda mientras ella no dejaba de ver la habitación

-Es enorme, casi que un departamento pequeño –dijo aun maravillada

-¿Supongo que eso es un <<si>> a mi pregunta? –Claudia se giró y puso sus manos en el cuello de su esposo.

-Tú sí que sabes cómo seducir a una chica –le dio un beso

-Espera a que veas todo el barco y sus instalaciones

-¿Has venido aquí antes? –pregunto frunciendo el cejo

-No, pero vi folletos. Aunque si prefieres nos quedamos aquí encerraditos y no salimos en lo que queda del viaje –dijo besando su cuello

-Tentadora oferta pero que te parece si primero vemos el barco y ya luego nos encerramos

-Sus deseos son órdenes –dijo Min Ho dándole otro beso la tomo de la mano y abrió la puerta del camarote- Pero esta noche no se me escapa

-Lo mismo digo señor Lee –Respondió Claudia saliendo primero ganando una sonrisa natural en su esposo.

El lujo del barco era espectacular tenia de todo ahí dentro desde jacuzzi, piscinas, diferentes restaurantes de todo tipo hasta discotecas, salones de belleza y sitios de entretenimientos, es decir ese barco era como una mini ciudad. Claudia estaba asombrada y maravillada con todo lo que veía, ella y su nuevo esposo disfrutaron de la piscina temperada un buen rato jugando entre ellos a hacerse zambullidas así como tampoco pudieron faltar los besos y caricias dentro del agua.

Bebieron cócteles muy rebajados en alcohol y cuando el sol empezaba a abandonar el cielo regresaron al camarote para cambiarse los trajes de baño pues habían acordado cenar en el restaurante pero apenas cruzaron la puerta se pegaron uno al otro como dos sanguijuelas la espalda de Claudia estaba apoyada en la puerta donde su esposo la había apresado. La camisa blanca de cuello redondo que se había puesto Min Ho al salir de la piscina fue lo primero que toco el suelo seguido de --- de Claudia.

Ella se prendió de su cuello y él aprovecho para subirla hasta su cintura donde su esposa enredo las piernas. Los besos así como los gemidos roncos resonaban como eco, la parte superior del bikini de Claudia fue lo siguiente que quedo en el suelo dándole a su esposo no solo la vista sino el placer de probarlos por primera vez, Claudia se mordió los labios a causa del placer que sentía por la atención que su esposo presentaba a sus pechos.

Se oyó algo que rasgo y supo de inmediato que era la parte inferior del bikini, es así como en un abrir y cerrar de ojos estaba desnuda para él quien la llevo en sus brazos sin dejar de besarse hasta la enorme cama de sábanas blancas que había en su camarote con cientos de pétalos rojos regados sobre el colchón, la cena para el restaurante al parecer quedo suspendida pues no se lo volvió a ver en toda la noche finalmente estaban juntos y habría miles de noches para cenar.

**

A la semana siguiente de la boda Lisa despertó un miércoles cerca de las ocho a insistencia del timbre de su puerta, con cara de dormida y algo mal humorada abrió la puerta el rostro feliz de su novio la recibió

-Casi me quemas el timbre por tener el dedo pegado ahí –le reclamo media dormida

-Amor mira la hora que es y tú en esas fachas –Lisa llevaba un pijama de dos piezas, short y blusa de tiras y sobre esta un especie de suéter mientras que su novio tenia puesto un jeans de apariencia gastado una camiseta blanca en cuello redondo y sobre esta una camisa blanca igual completamente desabotonada

-Jun fue la semana más horrible en la universidad con esos exámenes de muerte, merezco dormir un poco más ahora que el suplicio ya pasó

-Por eso mismo venia, quería invitarte a desayunar –dijo pasando a su casa sin ser invitado

-Y si lo dejamos para el medio día –dijo ella entrando también mientras bostezaba y restregaba su vista

-¿Desayuno a las doce? Vamos cariño tengo hambre –insistió él

-Ok que te parece si te preparo algo para que comas aquí –le dijo restregando aún sus vistas

-¿Comer? –repitió con clara insinuación mirándola de pies a cabeza. Lisa arrugó las cejas

-Comer, comida –aclaro ante la carcajada de su novio

-Está bien acepto –dijo sentándose en el banquillo de la barra que había en la cocina mientras ella sacaba cosas de la nevera- ¿Qué prepararas? –pregunto curioso

-Lo que sea que haga tú te lo comes y listo

-Es decir que si de casualidad tienes un elefante ahí congelando ¿Me lo tendré que comer? –Lisa giro hacia él

-Hot cake –dijo antes de perder la paciencia- ¿Están bien los hot cake para ti?

-Lo que tú cocines cariño –respondió él con una risita, le gustaba sacarla de quicio porque cuando fruncía las cejas y resoplaba enojada él se enamoraba cada vez más. Por casi media hora la vio preparar el desayuno no debía ser muy experta pero al menos lo intentaba por él pensó este. Cuando sirvió el desayuno Baby Jun comió todo sin dejar nada en su plato, pues además del hot cake Lisa prepara jugo de naranja y cortó unas frutas.

-¿Y bien? –pregunto cuando vio su plato vacío y él se limpiaba los labios con la servilleta

-Al menos no moriré de hambre contigo –le dijo

-Bobo

-Pero así me quieres –le sujeto las manos y con toda seriedad añadió- Todo estuvo delicioso –beso sus manos, ella quedo más complacida con esa respuesta

-Perfecto ahora upa –le dijo levantándose del asiento

-¿Upa qué? –pregunto desconcertado

-Te tocan los platos –le dijo como si fuera lo más obvio

-¿Qué?

-Los platos –repitió

-¿Por qué?

-Porque yo prepare el desayuno sola así que te tocan los platos a ti

-¿Dónde se ha visto que las visitas laven los platos?

-Pues aquí, donde más. Así que son todos tuyos –señalo el lavadero- Mientras yo me daré un baño

-¡Lisa! ¡Lisa! –la llamo, ella regreso sobre sus pasos

-Trata de no romper ni un plato cariño –le dijo con una sonrisa antes de entrar a su cuarto. Cuando se hubo ido Jun miro el lavadero incrédulo aun por lo que tenía que hacer

-Bueno al menos son pocos platos –dijo. Miro a un lado luego al otro buscando algo hasta que lo hallo luego recogió sus mangas- Manos a la obra –se dijo para darse apoyo.

Lisa se ducho rápido pues conociendo a su novio era capaz de secar el agua del planeta en esos simples platos. Se puso ropa sencilla un pantalón jean y blusa con cuello en V sin mangas, era la época calurosa en la ciudad, se recogió el cabello en una coleta y salió sin hacer bulla hasta la cocina

-¿Terminaste? –pregunto mientras este estaba de espalda

-Casi –dijo y cuando se giró Lisa no pudo evitar morirse de la risa al verlo. Jun llevaba sobre su ropa un delantal celeste con flores de varios colores

-Pero que... -no termino porque rio de nuevo sin poder detenerse

-¿Cuál es la gracia? –pregunto este con el plato en una mano y la esponja para lavarlos en otra

-Pues... -lo señalo de pies a cabeza

-Bueno debía proteger mi camisa de seda que me regalo mi tía en mi último cumpleaños –explico

-Entiendo –dijo parando de reír un poco pero sin dejar de verlo- ¿Entonces ya terminaste?

-Prácticamente –dijo este

-Veamos –dijo ella revisando los platos- Jun estos platos tienen aún jabón –dijo mirando la pasta del jabón en ellos

-Imposible

-¿Y esto que es?

-Bueno puede ser posible. Pero no es mi culpa esta llave no abre cuando quiero y tampoco cierra cuando quiero –le dijo

-¿Dañaste la llave?

-¡Si apenas la toque! –se defendió, Lisa reviso por encima

-Creo que hay que apretarla un poco, tendré que llamar al plomero

-Yo lo hago –se ofreció su novio- ¿Tienes alguna tenaza?

-Debe haber en la caja de herramientas que sabe usar Clo cuando algo se daña. Iré a buscarla –se fue y regreso casi de inmediato con la caja de herramientas en las manos. Jun se había quitado el delantal- ¿Esta te sirve? –dijo alcanzándole una herramienta

-Supongo que si

-¿Supones? –Recogió su mano antes que este tomara la herramienta- ¿Has arreglado una llave antes?

-¡Claro! No es nada del otro mundo –dijo. Ella le alcanzo la herramienta y observaba atenta a lo que él hacía a la llave del lavadero cuando de pronto se oyó un pum y la llave salió volando y un chorro de agua mojo por completo a Lisa, Jun y a la cocina

-¡¿Hyung Jun que hiciste?! –dijo ella tratando de esquivar el agua con sus manos

-¡Nada!

-Cierra la llave de paso –dijo ella

-¿La qué? –pregunto este. Lisa se agacho para abrir una puerta de los anaqueles y cerro la llave de paso y así el agua dejo de salir. Giro a ver al joven y este estaba completamente empapado

-Mira como quedaste –le dijo

-Lo que uno saca por hacer favores –dijo escurriendo el agua de su rostro con la mano

-Te traeré una toalla para que te seques –dijo y regreso a su cuarto no sin antes oírlo <<mi camisa italiana>>. Abrió la gaveta y saco una toalla blanca pero al mirar en su armario no había nada que pudiera ponerse su novio pues sus blusas eran pequeñas y muy femeninas. Regreso a la cocina- Aquí te traje la... -se calló de pronto cuando ante ella estaba el perfecto abdomen de su novio. Baby Jun se había quitado la camisa y la camiseta para escurrirlas en el lavadero. Lisa carraspeo un poco- Toma –le alcanzo la toalla tratando de no quedarse viendo su torso desnudo más tiempo del adecuado

-Gracias –dijo este tomando la toalla y secando su cabello primero y luego se la paso por los pectorales y el abdomen firme

-Te... digo... buscaba algo para que te pongas pero no había nada en mi armario que puedas usar

-Descuida –luego la miro mejor- Tú también esta empapada, deberías cambiarte

-Ahh si... si... voy –respondió y al girar lo hizo muy rápido porque su zapatilla patino y ella no fue a dar de bruces al piso porque los reflejos de Jun fueron rápidos y este acabo con la espalda sobre el suelo mojado de la cocina y su novia sobre él sujetándose con fuerza. Las manos de Lisa estaban sobre el pecho de su novio cuando levanto la vista y se miraron a los ojos, no sabía si era por la caída, el movimiento rápido de Jun pero su corazón latía tan rápido como si fuera a salir de su pecho en cualquier momento.

Él debió notarlo pues el suyo latía igual o más rápido que el de Lisa. Podía entender su nerviosismo pues llevaban meses de novios y nunca habían llegado a este grado de intimidad y no por falta de oportunidad o deseo de ambas partes sino más bien porque Jun siempre la respetaba con un amor puro y no quería incomodarla nunca.

-¿Supongo que no tendrás un pantalón para mí en tu armario? –trato de bromear para aligerar la tensión pero Lisa no quitaba los ojos de sus labios y antes que él hago o diga algo más ella lo beso y fue tan de sorpresa que tomo a Baby desprevenido pero tardo solo unos segundos en corresponder el beso. Las manos que las tenían en la cintura de Lisa subieron por la espalda de la joven por debajo de la blusa húmeda tocando todo el camino de piel haciendo que Lisa soltara un audible gemido en su boca que no hizo otra cosa que aumentar el deseo de Jun que de un momento a otro quedo sobre ella. Lisa hizo lo mismo que él al subir sus manos por la espalda ancha de su novio que a diferencia de la de ella esta escurría agua aun por el piso mojado.

La lengua de Jun invadía su boca robándole todo el aire que podía haber en sus pulmones mientras acariciaba su vientre tembloroso con la yema de sus dedos sin animarse a subir más al norte, pero fue la mano de Lisa la que guio a la suya hasta uno de sus senos Jun lo apretó con delicadeza por instinto y ella gimió de nuevo

-Lisa...

-También quiero –refuto ella cualquier intento por parar de su novio

-¿Segura?

-Tan segura como de que te amo –esas palabras fueron suficientes para un enamorado Jun quien la tomo en sus brazos levantándola del suelo si había llegado el momento se tomaría su tiempo para disfrutar de cada parte de piel, de cada poro sin prisas consiente de que sería la primera vez de su novia.

La llevo en sus brazos sin dejar de mirarla con ternura, acostándola con cuidado en la cama sin soltarla un segundo cayendo sobre ella con delicadeza, sin dejar de verse grabando en sus mentes ese pequeño instante

-Jun yo...

-Lo sé pequeña –dijo interrumpiendo su frase acariciando su mejilla- Quisiera que también fueras la primera, la única

-Ahora lo soy, aquí –toco el pecho de Jun

-Por siempre, eternamente –toco sus labios a los de ella y se perdió en su piel de donde no quería jamás salir  

continuara...

BLANCO Y NEGRO (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora