¿Ángel o Demonio?

Proximamente :3

El cielo se tornó rojizo. La gente se abrazaba entre sí, desesperada por que alguien les ayude.

Incluso ellos sabían lo que venía. Este era el fin, ni siquiera yo podía detenerlos.

Una luz iluminó el cielo, se hacía cada vez más grande, y no era nada especial, todo lo contrario, esa luz sería el fin de mi vida y la de muchos.

-¡Pero qué...! -me incorporo en mi cama con rapidez. La playera que tenía puesta estaba pegada a mi cuerpo gracias al sudor, y mi cabello estaba igual. Giro a ver a Goku, quien seguía dormido como un tronco, abrazando a Renka, que en poco cumpliría un año con nosotros.

Pero no me había levantado solo para ver esa escena. Aun cuando ya no era un dios, podía sentirlo venir.

Me incorporo de mi cama con cuidado de no levantarlos, y salgo de la habitación con rapidez. Bajo las únicas escaleras de la casa para llegar al primer piso, y justo cuando di el último paso. Una silueta de una persona se apareció en medio de la sala.

Debo admitir que se pusieron los pelos de punta, pero lo único que hice fue acercarme a aquella persona que acababa de caerse justo cuando llegó.

Vaya sorpresa que me llevé al ver a Kyle tirado en la alfombra, se veía adolorido, y también sudaba mucho.

-¿Qué te ha pasado? -me agacho a su altura mientras le ayudo a sentarse. Kyle se recarga en el sillón, y suspira. Es cuando puedo verlo mejor.

No era el sudor el que le pegaba la playera, sino sangre... Kyle estaba sangrando.

-Dios mío. ¿Quién te hizo esto? -digo con horror mientras le quito su playera.

Ahí se veía una herida tremendamente profunda.

-Kanon, tenemos que hablar.

-¿Hablar? Antes que nada, debo curarte esto. -iba a levantarme para ir por el botiquín, pero Kyle me agarró bruscamente del brazo y me miró a los ojos. Su cara reflejaba pánico, tenía la piel más pálida y podía decir que su agarre le temblaba.

-Debes escucharme. -me pide. -No hay mucho tiempo.

-Kyle. ¿De qué estás hablando?

-Son ellos, Kanon. Vienen por ti.

-¿¡De quién carajos me estás hablando Kyle!?

-De ellos. -traga saliva. -Nuestros progenitores.

Entonces es cuando caí en la cuenta de que esto era peor de lo que pensé. Inmediatamente dejé salir todo el aire, mirando a Kyle con confusión.

-¿Ellos que tienen que ver con esto?

-¿No te das cuenta Kanon? ¿Creíste que los dioses te dejarían en paz? No seas estúpida y abre los ojos. -me insulta. Kyle hace un gesto de dolor mientras presiona la herida con el pedazo de tela que antes era su camiseta. -Ellos han estado buscando una manera de joderte, Kanon, y la encontraron. Los encontraron a ellos.

La luz de la sala se prende. Ambos giramos a ver a Goku quien estaba recién levantado, observando la escena de nosotros dos en el piso.

-¿Pasa algo?

No puedo contestar, las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

-Será mejor que regreses con tu hija. -le sugiere Kyle. -Kanon y yo necesitamos hablar.

-¿De qué cosa?

-Cosas que no te incumben.

-Kyle. -le regaño. No debería de hablarle así a Goku.