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El sonido de la campana nos indicó que Donna había entrado a trabajar con unos minutos de retraso, como es habitual en ella y en mí, pero esta vez ella se llevó los créditos. Por primera vez su cabello estaba perfectamente atado a una coleta alta que hacía resaltar su elegancia acompañada de su contagiosa sonrisa. Era muy extraño verla de esa manera, más cuando todo el tiempo que hemos convivido juntas siempre ha estado presente una chismosa y desarreglada Donna. Todos permanecimos con la boca abierta, impresionados de su gran cambio, lo más probable es que no fuera un cambio permanente y que toda la sorpresa se deba a un nuevo chico que empezaba hacerse presente en su vida.
El diner donde trabajaba era excepcional, maravilloso y el ambiente laboral era sin duda el mejor. Mis compañeros de trabajo pronto se volvieron parte de mi familia y los clientes frecuentes unos amigos cercanos. La ambientación del diner era algo digno de admirar, la iluminación con luces neón y la comida eran increíbles. Todo eso me impulsó a preguntar si tenían disponible un puesto de trabajo al cual me pudiera adaptar y para mi sorpresa pasé la entrevista y heme aquí, 6 meses después sigo maravillada por la decoración y por haber conseguido el trabajo.
—¿Te enteraste de lo que le pasó a Reny?
—Hola, buenas noches amiga, me alegro mucho de verte ¿como estas? yo bien ¿y tú? gracias por preguntar— dije tratando de imitar los movimientos característicos de ella mientras fingía su voz.
—Ay Shir, sabes que saludar no es lo mío, simplemente me ahorro la introducción y voy al grano— dijo ella haciendo un puchero seguido de verse las uñas y raspar su esmalte rosa.
—Ya me dí cuenta.
—¿Entonces sabes o no lo que pasó?
—¿Tú qué crees?— Mis ojos involuntariamente buscaron mis párpados mientras soplaba un mechón de cabello que posaba sobre mi frente, últimamente se había vuelto un mechón bastante rebelde.
—Ya sé tu respuesta, pero hazme el favor de no torcer los ojos porque me imagino que tendré que llevarte al hospital de emergencias cuando tus ojos no regresen a su sitio.
—Cuenta de una sola vez antes de que el jefe descubra nuestra actividad recreativa para desarrollar la lengua en vez de hacer la limpieza antes de que los clientes empiecen a llegar, te aseguro que gracias a ti empezará a observarnos de manera extraña tratando de descifrar nuestras conversaciones.
—Bueno Shir, complacere tus exigencias porque sé que tú también te mueres por saber el chisme— me miró con picardía
Tenía que admitirlo, juntarte tanto con Dona había provocado que mi lado más chismoso empezaran a salir a flote y que gracias a ello nos sumergimos en unas largas conversaciones que no iban a ningún lado mientras que nuestro despampanante jefe calvo nos observaba con los ojos entrecerrados todo el tiempo. Estoy tan segura de que él también se muere por saber sobre lo que estamos hablando todo el tiempo.
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La osadía de un corazón roto
Teen FictionGANADORA EN TERCER LUGAR EN LOS PREMIOS NEVER STOP READING. GANADORA EN SEGUNDO LUGAR EN LOS PREMIOS INVISIBLEAWARDS. Enamorada de él desde la secundaria, Shirley Joe se muda dejando atrás su antiguo amor de la adolescencia, Sean Gene. Seis años más...