La osadía de un corazón roto

U N O

Mis manos se aferraban al gran pilar de cemento, el cual evitaba que yo misma me delatara. La mitad de mi cuerpo se mantenía oculto detrás de este, mientras que de los hombros para arriba quedaba al descubierto. Mi Shirley interior deseaba averiguar quien era el chico que se encontraba dándome la espalda o simplemente deseaba descartar la idea que deambulaba por mi cabeza.

Supongo que es por la segunda.

Mi vista se negaba a abandonar la espalda de aquel joven. Tenia puesta una sudadera con los colores de la institución, su número era el trece y su apellido Gene.

Entre todas las instituciones, justamente tenía que ir a parar a Johnsons Rider High.

Las clases habían dado inicio hace algunas semanas, y como toda buena chica que soy, me había propuesto iniciar con las mejores calificaciones además de ser una de las mejores de la clase. Pero para mi desgracia Murphy y Acfred siempre se llevaban los primeros lugares, aún así estaba orgullosa de mi tercer o posible cuarto lugar. Ni siquiera me había dado la oportunidad de ir y darle un vistazo a los alrededores de Johnsons. Mi vida era de la casa a Johnsons y viceversa o eso pretendía que fuera, hasta que mis compañeros insistieron en que me darían un tour por todo Johnsons y que me presentarían al capitán del equipo de natación, pero al verlo desde lejos me arrepentí de haber accedido. Así que con una excusa más barata que la libra de patatas de la amiga de la vecina de la tía de la mi abuela, me retiré de las instalaciones de Johsons y tomé el habitual recorrido para llegar a casa.

—¿Necesitando ser salvada, Shirley?

Siento como se me escapa el alma del cuerpo y mi corazón empieza a bombear la sangre con mayor rapidéz.

Pongo mi cuerpo en movimiento y rápidamente me topo con unos ojos café oscuros y una encantadora sonrisa.

—Creo que estoy bien así, gracias.

—No estoy tan convencido de eso— Mi compañero con complejo de súper héroe me arrojó una mirada acusatoria para luego dirigirla hacia lo que era mi objetivo desde un principio.

—¿Espiando a Gene? Creí que tu tipo sería más poeta.

Pronto, voy sintiendo como la sangre se acumula en mis mejillas y estas se tornan de un rosa pálido.

—No es lo que parece.

—No te preocupes, no es como si te voy a recriminar por estar espiando a Gene. Pensé que solo nosotros espiábamos a las chicas.

Al escucharlo, dirigí mi mirada hacia su rostro y fui repasando cada poro de su piel, hasta detenerme en un pequeño pero atractivo lunar que reposaba en la comisura de sus labios. Jav podía ser un chico tierno si se lo proponía, pero por más adorable que fuera no llamaba mi atención. No como Gene.

Por instinto, aparté la mirada de su rostro y la dirigí nuevamente hacia el capitán de equipo.

Y pronto me arrepentí de haberlo hecho.

Su mirada y la mía se conectaron.

Sentí como mi corazón golpeaba fuertemente contra mi caja torácica y mis ojos se abrieron de un solo golpe.

Sus ojos verdes me observaron con mucha atención y no solo él sino que el chico que se encontraba a sus espaldas me arrojaba una mirada cargada de diversión y podía sentir también, los ojos de Jav sobre mi. Justo cuando Gene se empezaba a dirigir hacia nosotros, una mano sobre mi brazo me empezó a halar en dirección contraria a la de él.

No era necesario dirigir mi mirada hacia el individuo que halaba mi brazo, sabía con perfección de quien se trataba.

Mocoso con complejo de super héroe.

Luego de haber perdido de vista a Gene, mi respiración se normalizó, pero mi mente en ningún instante dejó de reproducir el momento en que nuestras miradas se conectaron.

En un intento de descartar mis sospechas, dirigí mis manos a la altura de mi corazón y los latidos de este lo confirmaron todo.

Aún seguía enamorada de Sean... Sean Gene.

...

¡¡Hooolaaa personitas!!

Un poco corto pero muy entretenido.

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Hasta a próxima. ☺♥♥ :3