Capítulo 10

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Al pasar los días todo se volvía extraño, casi no veía a Selena y me hacía falta, por lo mucho la veía dos veces a la semana y siento que ha cambiado demasiado. Ella nunca me dejaba sola.

Al salir de la última clase del día me sentí aliviada en dos sentidos, el primero: había salido del parcial que tanto estrés me había causado y segundo ya es viernes y empezaba el fin de semana.

- Hola _____ -

- Hola Sirius, hola Makensi - saludé a ambas

- Y.... ¿Como te fue en el parcial? - dijo Makensi

- Espero que bien - hice solo un levantamiento de hombros.

- ____ ... - me voltee

- ¿Selena? -

- Necesito hablar contigo, ¿puedes? - miré a Makensi y Sirius, ellas sólo asintieron.

Volví a mirar a Selena y asenti.

- Vamos a mi habitación un momento y hablamos mejor - iba a asentir, pero Selena no dejó y ya me estaba dirigiendo a su habitación.

Entramos y habían dos chicas más, una rubia y una morena.

- ____ ellas son Sther y Mónica - dijo señalando primero a la rubia y luego a la morena. - Chicas ella es mi hermana ____ - las saludé con un movimiento de mi mano y ellas igual.

- ¿Que era lo que tenias que hablar conmigo? - volví a dirigirme a Sel.

- Verás estuve hablando con Andrés...

- Y que te dijo - la interrumpi.

- Verás tú cumpleaños es el miércoles y queremos hacerte con él algo especial ... - volví y la interrumpi

- No quiero nada, ya te lo he dicho millones de veces y.... - No pude hablar, una fuerte migraña se apoderó de mi cabeza, lo único que hice como acto reflejo fue tocarme la cabeza.

- ____ estas bien? - dijo Selena y volteo a ver a las dos chicas y nuevamente a mi.

- Si, sólo un pequeño dolor de cabeza y ya -

- ¿Segura ____? -

- Si, no te preocupes me tomo una pasta y ya está - Sel asintió

- Está bien, pero si algo me llamas -
Solo me limité a asentir - ve y descansa, mañana hablamos - volví a asentir y salí de la habitación.

Al llegar a mi habitación lo único que hice fue tirarme a la cama y lograr consiliar el sueño, ni siquiera saludé a Makensi y a Sirius que me miraron sin entender.

- ¿Te pasa algo _______? - dijo Sirius y se acercó a mi cama junto a Mak.

- Si es.... - el sonido de la puerta me interrumpe. - ¿pueden ver quien es?, no me siento bien - asintieron y fueron a atender a la puerta.

Ya estaba logrando consiliar el sueño hasta que siento que alguien se sienta a mi lado en la cama y soba mi espalda.

- ____ ¿Como estas? ¿Que tienes? - siguió sobandome la espalda.

- Estoy bien Abraham no te preocupes, es sólo un dolor de cabeza nada mas no te preocupes -

Él solo asintió y bajo la cabeza.

- No te creo - volvió a levantar su cabeza mirándome de nuevo - podrás engañar a tú hermana, incluso a tus amigas, pero, pero a mi no ¿entendiste? - dejó de sobarme la espalda

- Está bien, no me creas - dije acomodandome para verlo

- De alguna manera sinto como te sientes tú y sé que no es simplemente un dolor de cabeza -

- Está bien como quieras -

- Puedes confiar en mi no lo olvides -

Sólo asenti.

- ¿A que venías? -

- ¿Ya me estas hechando? - dijo intento verse ofendido en lo cual falló

- Sabes muy bien a que me refiero - soltó una leve risita.

- Venía sólo a ver si querías salir esta noche, pero veo que no se va a poder-
- Lo siento - Dios el dolor de cabeza me está matando

- No te preocupes, otro día será - yo solo asentí - Bueno yo te dejo para que puedas descansar ¿vale? -

- Si. Nos vemos mañana - él solo asintió, se paró del asiento y salió de la habitación dejándole sola ya que Sirius y Makensi habían salido yo no sé adonde después de que Abraham entró.

El dolor de cabeza no para ni un segundo y no puedo dormir.

Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de baño para mojarme un poco la cara.

Al volver a la cama y minutos después de acostarme logré por fin dormir, pero me levantaba cada media hora por el terrible dolor de cabeza que tenía.

No aguanté más y salí de la habitación y me dirigí al patio del instituto el cual estaba desolado y pude ver el cielo nocturno. Me senté en un banco de ahí.

Cerré mis ojos para contemplar la suave brisa en mi rostro y en eso escucho a un perro ladrar, hago un especie de señas para llamarlo y se acerca a mi.

- Hola amiguito, nunca te había visto por aquí - dije sobándolo.

- Pues yo a ti tampoco y conozco a todos los del instituto -

Al escuchar eso me quedé de piedra y dejé de sobarlo, volteé a mirar quien había dicho eso, pero nada.

- Creo que me estoy volviendo loca - dije en un susurro. Seguí sobando al perro que estaba frente a mi en el césped.

- No es para tanto - dejé de sobarlo nuevamente y me detuve a mirarlo.

- Di-di... ¿Dijiste algo? - No lo creo, o soy yo o este animal habla.

- Siempre hablo pero nadie me entiende -

Por Dios me estoy volviendo loca, esto es imposible.

Los perros no hablan

El perro se quedó mirándome un rato y yo no sabia si salir corriendo o seguir aquí.

- Todos los perros hablamos, que las personas no entienden es otra cosa - abrí más mis ojos

El dolor de cabeza me está haciendo alucinar, eso es, no hay otra explicación. Mejor iré a mi habitación y olvidaré que esto pasó, si, eso haré.

- Hey a donde vas - que no se calla, me asusta más.

- A mi habitación, lejos de ti -

- ¿Por qué? - si no se calla voy a enloquecer.

- No es normal que los perros hablen, no es normal entiendeme, me estoy volviendo loca - el perro se quedó viéndome - tengo que alejarme lo más pronto de aquí.-

Salí corriendo en dirección a mi habitación lo más rápido que mis pies me lo permitían, el dolor de cabeza me está haciendo alucinar y escuchar cosas que no son.

Ángeles y Vampiros (Abraham Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora