Ángeles y Vampiros (Abraham Mateo)

Capítulo 9 Parte 1

Nunca voy a dejar de decir esto, ¡Odio tener que madrugar! Creo que esto es lo más injusto que han hecho con mi vida, bueno va estoy exagerando.

Maldito despertador no para de sonar, no tengo de otra más que levantarme.

- ______ ¿ te vas a levantar y apagar esa cosa? Es estresante enserio -

Resignada me paré.

- Ya estoy despierta ¿contenta? - dije adormilada

- Mucho, ahora si quieres ¡Apaga esa alarma que cada vez va subiendo más el volumen! - dijo Sirius ya vestida con su uniforme y un poco enojada.

Apagué el estresante sonido de la alarma y me dirigí al baño con mi uniforme y toalla en mano.

Como todas las mañanas mi cabello parecía que lo hubieran metido a una licuadora, es horrible.

******

Al estar ya lista con mi uniforme bien organizado y faltando media hora para que inicien las clases salgo de la habitación y me dirijo por los largos pasillos del internado hacia la cafetería. Tengo hambre.

A unos centímetros de la gran puerta de la cafetería alguien toca mi hombro.

- Hola, que gusto volverte a ver - al escucharlo me giro y lo veo con una gran sonrisa en el rostro.

- Hola Abraham - lo saludé de igual modo

- ¿Cómo has estado angelito? -

- Bien, pero no me llames así, en estos momentos no tolero ninguno de esos seres - dije dirigiendome a la fila del desayuno y con Abraham detrás.

Se tensó

- Y eso ¿ Por qué ? Yo que sepa son seres maravillosos -

- Mmm..... No lo creo - tocó mi turno, tomé mi desayuno y me dirigí a una esquina donde se ubicaba una mesa vacía.
Me senté y Abraham igual.

- Ok, no te atercaré - lo miré

- Dime algo - dirigió su atención a mi- ¿También crees en esos seres? -

- En teoría - no dijo más y siguio comiendo.

- ¿Podrías explicármelo? - no apartaba mi mirada de él

- Mejor come, ya van a timbrar para entrar a clases - ni me miró

- No me importa. ¿Vas a responder a mi pregunta? - no es justo que me deje así.

- Mm..... Dejame pensarlo.... - puso su mano en el mentón y miró a la nada - No, no te diré nada. - se paró - tendrás que descubrirlo - me dirigió un guiño y se fue dejandome sola para segundos después levantarme y dirigirme a las afueras de la cafetería.

Timbraron.