Habíamos llegado al departamento con muchas bromas y muchos golpes de parte mía, aún sigo pensando en cómo lo iba a besar... ¡No! Yo no estoy enamorada, yo no estoy enamorada.
-"¿O sí?" -negué rápidamente y me dirigí a mi cuarto a cambiarme.
Inoue se había igual ido a su habitación a cambiarse y Yami estaba en el bosque descansando junto con Yuki, ósea que estaba sola con este tipo, dios mío. Me cambie de ropa y me puse una polera negra junto con un chaleco negro, calzas negras, una falda con rayas negras y cafés junto con un cinturón, unos zapatos con plataformas negras y un bolso café.
Salí de mi habitación y agarre las llaves junto con mi teléfono y audífonos. Cuando abrí la puerta Inoue llego y me miro algo confundido.
-¿Adónde vas? -ladeó la cabeza y yo abrí más la puerta.
-Voy a ver algo -salí y cerré la puerta con seguro por si acaso.
Baje las escaleras civilizadamente mientras escuchaba música. Mire las calles y note que casi ningún ciudadano estaba, aunque era obvio ya que era estaba anocheciendo. Apresure el paso pero luego sentí varias miradas sobre mí.
-"Estas miradas... ¡Son de sed de sangre!" -seguí caminando normalmente mientras veía disimuladamente por los lados a ver si encontraba algo- "Mierda, no encuentro nada, deben ser unos asesinos profesionales" -sonreí y seguí caminando mientras tenía mi retaguardia baja, esto será divertido- "Bien, vengan por mí, si es que pueden" -y mágicamente apareció uno saltando en frente mío y con una velocidad impresionante- "Vaya que rápido, pero..." -saque mi cuchillo y le corte la garganta y seguí caminando con aires de superioridad- "Aun les falta mucho por aprender" -el cuerpo cayo en el suelo y los demás vinieron por mí.
Muchos saltaron por delante y por detrás, mientras algunos por arriba y por los lados pero dejando por descubierto un espacio pequeño. A diestra y siniestra le corte la garganta a cinco de por delante y cinco por detrás mientras saltaba hacía adelante y pisaba a uno haciendo una voltereta y cortándoles a tres a cabeza. Muchos asesinos sacaron sus armas como katanas, pistolas y cuchillos. Se abalanzaron contra mí mientras estaba en el aire. Cogí el otro cuchillo de uno que recién le había cortado con la garganta y salte sobre el hacía adelante esquivando las balas y los cuchillos voladores. Al llegar al suelo corrí hacía los asesinos y les corte y apuñale el pecho y la garganta. Uno por uno iba cayendo hasta que solo quedaran pocos y yo me cansara, hace tiempo que no experimentaba esta sensación de matar y miedo, que increíbles recuerdos. Poco a poco me acerque a los que quedaban y ellos temblaban de miedo y querían escapar, no los dejare vivo. A una velocidad no normal corrí tras dos que escapaban y dejaba de lado a unos cinco que estaban detrás de mí o eso se creía. Detrás de mí se escucharon unos gritos dolorosos seguidos de unos cuerpos caer, ¿Creyeron que iba a dejar a mis presas? Pues están muy equivocados.
Alcance a los dos que deje ir y le corte la cabeza a su compañero mientras le cortaba la pierna izquierda y el brazo derecho al otro. Grito de dolor y yo sonreí como maniática, música para mis oídos.
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Triste Realidad (Hitsugaya Toshiro)
Fiksi Penggemar*Créditos a @MarieGW por la portada* Dinero. Droga. Mujeres. Delincuentes juveniles. Criminales. Asesinos. Prostitutas. Mafias. Stripers. Millonarios. Pobres. Esas serian la definiciones para esa ciudad donde casi no existen las reglas. Karakura es...