Avanee ~

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− Hey, hombre... hace un rato que no nos vemos – el cazador se acercó a la entrada custodiada por aquel enorme monstruo. Sentado, sus pequeños y rojos ojos se vieron dirigidos a él durante unos segundos, llevaba aun la herida en su hocico al igual que sobre su lengua la cual estaba partida en dos.

− ¿A qué has venido? – se levantó, y su cola se deslizo entre sus patas, dejando su puesto para confrontar al niño. Consiguió sentir el peso de su energía, el chiquillo desprendía una fuerza mayor a la que la última vez que se enfrentaron; No había mucha diferencia externa, su cuerpo con excepción de aquella marca sobre su ojo izquierdo y parte de su mejilla.

− Tu sabes a lo que vine, también sé que sabes que tengo que cruzar ese portal – dijo − Y a menos que quieras que las cosas se pongan feas sería mejor que cooperaras – notó la hoja afilada cargando tras su espalda, un arma demoniaca, rara incluso entre los mismos arcángeles.

El sabueso pensó dos o más veces antes de intentar algo, la verdad era que no deseaba problemas; Así, el guardián de la puerta al inframundo decidió que lo más sensato hacer de lado el orgullo.

− No voy e enfrentarme a ti, sé que no puedo ganarte... sería estúpido, pero... − deseaba seguir con vida − Quiero preguntarte algo, antes de que cruces la puerta hasta el primer círculo del infierno – deseaba que las cosas solo pasaran de su cabeza, pero ese recuerdo era constante en su cabeza y sabía que solo él podría hablarle con la verdad sobre lo que paso ese día.

− ¿Por qué? – Guillermo captó el mensaje apenas y los fríos ojos del perro se volvieron a él. Aquella aura peligrosa, oscura y agresiva se había hecho de lado cuando los hombros fuertes y garras afiladas cayeran bajo el peso de las memorias.

− Vinieron de la nada, intentaron atacarme a mí y a mis amigos y lastimaron a mi abuela ¿necesitas otra razón? – algo que llamó la atención del niño, los demonios no tienen amigos, los demonios no extrañan ni perdonan ¿Por qué?

− Entonces fue una venganza, cobraste el golpe de la bruja a cambio de la vida de uno de los tuyos –

− Yo no soy un demonio, pero... si quieres escucharlo está bien – él suspiró, mientras alejaba sus manos de las armas − Lo lamento, siento mucho lo de tu compañero. Pero no pienso dejar que alguien más vuelva a lastimar a la gente que amo – se encargó de disculparse, mirando sobre los ojos dolidos del guardián que, confundido. No supo cómo reaccionar ante el acto "piadoso", del príncipe demonio; no creyó al principio...

− Lo entiendo, su alteza – pero no era como si de verdad tuviese relevancia, la satisfacción de una confesión pudo con su violencia, hizo a un lado su cuerpo dejando el paso libre hasta el vórtice de calor, dejaría cruzar al joven cazador al infierno.

− Detrás de esta puerta está el camino al primero de los reinos infernales;

Las tierras del príncipe Asmodeo, demonio lujurioso... Donde residen todos aquellos a los que el deseo carnal y lujuria consumió hasta el final. Son resguardados por la Fiera Avanee, − explico segundos antes de que el chiquillo se acercara a él.

− Muy bien, entonces ¿tregua? – con una sonrisa, ofreció una de sus manos en una especie de ofrenda de paz que tengo al ego del perro.

− Los demonios no olvidan, no te hagas ideas tontas... solo vete – le ignoró, y después de un intercambio de miradas Guillermo decidió pasar por la puerta.

Frío, una brisa helada recorrió su cuerpo de cabeza a pies, mientras sintió como la vida era desprendida se su cuerpo. Pesado, lento la manera en la que la puerta trajo consigo al cazador alerto a toda fuerza mística dentro del inframundo que hubiese escuchado el rumor sobre el príncipe Nefilim y su poder.

Hunter ~ FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora