14. El hombre que descansa.

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** EDITADO: 16/06/17 **

La canción Victoria and Albert, compuesta por Ilan Eshker, será algo así como el "tema oficial" de VBEA. Escúchenla, es hermosa.

14. El hombre que descansa

Londres, Inglaterra. Febrero de 1883.


El cumpleaños de Harry pasa sin gracia alguna debido a la maravilla de amanecer enfermo ese mismo día. La mayoría del tiempo se la pasa en la cama para tomar reposo, luego de que Anne hiciera toda una escena dramática de cómo el simple resfriado puede empeorar con el paso del tiempo. En el periódico se dan advertencias de posibles epidemias, por lo que es comprensible el estado de su madre. Ni siquiera ellos, que viven en buena casa además de tener su propio médico de cabecera, se salvan de lo terrible que son las enfermedades.

Sin embargo, recibe visitas cortas o unas cuantas cartas de parte de sus allegados más cercanos. Frank le visita a pesar de que tiene que sentarse a distancia considerable de él a petición propia, aunque se la pasan de maravilla platicando de todas las cosas que sucedieron en la semana que no se vieron. Le comenta que compró un nuevo violín con asistencia de Louis, quien lo acompañó a seleccionarlo sin mayor dificultad.

John no va, y Harry sospecha que aún sigue enojado por estar de lado de Louis, de forma inconsciente, aquél día de la feria. Louis le manda un sobre en donde venían tres cartas, cada una escrita por los tres hermanos, además de una edición especial de Le avventure di Pinocchio, la cual recién comenzó su nueva impresión en Italia. La carta de Louis le dice que, para su mala suerte, "tan bella obra aún no la pasan al inglés, pero lo envío a sabiendas que hablas mucho mejor el italiano que el alemán". El tono de burla, incluso entre letras, es palpable.

Harry no se da el tiempo de leer el libro a pesar de que agradece el gesto, mandando flores a la casa de los Fairfox con significados ocultos.

Días después, cuando retoman las clases de alemán y él ya está curado por completo, Louis no le dice nada nuevo. Aún así puede notar cierto brillo en sus ojos, algo diferente a lo que está acostumbrado. Le es imposible descubrir cómo es que lo ve tan diferente, pero Harry está seguro de que ahí está. La más mínima de las sombras presente cada que los dos se ponen a platicar en el silencio lleno de esperanza, el que sólo comparten los dos.

La semana después de su festejo Louis no lo trata diferente; las lecciones de alemán inclusive son más agresivas y competitivas, con cierto toque cómico en ellas gracias a todos los intentos que hace para que Louis diga o pronuncie alguna palabra de forma incorrecta. Todo termina en completo fracaso, por supuesto. Louis siempre se lo hace saber a su manera: pequeñas carcajadas o algunas en verdad poco disimuladas, dándole entender que las cosas están bien entre ellos y que Louis está superando, por lo menos un poco, la muerte de Lucas.

Días después, en un miércoles, luego de ver a Louis marchar por esa puerta, hasta que él se queda en la biblioteca, solo, Lay Woothaund y Sir Eagles llegan a la mansión de sorpresa. Cuando él baja las escaleras luego de que Thomas le avisara que tiene visita, sonríe al escuchar a lady Woothaund soltar un sonido elegante de júbilo.

—Oh, mi adorable Harry—lady Woothaund le da un beso en la mejilla—. ¡Tanto tiempo sin verte y ahora tienes un año más! ¡Mira qué muchacho tan más encantador!

La voz de lady Woothaund es algo chillona, el sonido retumbando en su cabeza por un momento. Detrás de ella, lord Johnatan Eagles les mira con sus ojos grises sin mencionar palabra alguna. Harry no se sorprende porque sabe que así es su personalidad. Demasiado seria, fría o distante para poder considerarlo un amigo.

Violines Bajo el Agua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora