Cap 12: Flecos infantiles y pintura rosa

35 4 18
                                    

- Creo que eso es todo- dije, vaciando sobre la cinta de la caja todos los productos que llevaba en las manos.

La dependienta nos miró como si fuéramos extraterrestres verdes vestidos de hada de cuento.

-Que-queréis una bolsa? -preguntó, tratando de contener la risa.

-No -contesté.

-Sí -respondió Lisa al mismo tiempo.

La cara de la dependienta cambió de la diversión a la confusión.

-Pero... ¿Os doy una bolsa o no? -volvió a preguntar.

-Sí.

-No.

Lisa me fulminó con la mirada y mantuvimos una guerra sin palabras durante unos segundos. Para ese entonces la dependienta parecía a punto de salir corriendo y llamar a un manicomio.

- Ya basta- dijo Lisa -Si no cogemos bolsas, vas a llevar tú solita todo eso hasta que lleguemos a casa, ¿entendido?

Lancé una mirada crítica a todos los productos que había en la cinta y puse cara de cordero degollado.

- No, Trish, no te va a servir de nada.- suspiré- No tendrá una bolsa de cartón, ¿verdad?- pregunté, dirigiéndome esta vez a la dependienta.

- No- respondió ella, como si tener bolsas reciclables que no contaminen fuera un delito federal.

- Está bien- cedí- Deme dos de esas mierdas contaminantes que, junto con muchas otras cosas, están matando a nuestro planeta por nuestra culpa.

- Dos bolsas de plástico, por favor- tradujo Lisa.

La mujer nos las dió, y cuando salimos de la tienda pude oírla murmurar "frikis" de manera muy poco disimulada.


***


Hay muchas sensaciones maravillosas en este mundo. Sensaciones únicas como comer o dormir. O como darse una larga ducha de agua caliente en uno de los días más fríos del invierno. Yo estaba disfrutando una de esas muchas sensaciones en ese momento, particularmente la de dormir. Pero siempre hay alguien que te obliga a dejar esa sensación atrás, para, en su lugar, volver a la aburrida vida que vivimos la mayoría de nosotros. ¿Quién fue la culpable en esta ocasión?

Lisa.

- ¿Se te olvidó poner la alarma ayer, o la has ignorado esta mañana?- sonreí a través del teléfono. En realidad ella sabía perfectamene lo que había pasado.

- ¿De verdad lo quieres saber?- pregunté yo como respuesta. Se oyó una ligera risa a través del auricular.

- No, sólo saca el culo de la cama y date prisa, que hoy hay clase y una divertida venganza que preparar. Ah, y, Trish... Si me vuelves a responder a una pregunta con una pregunta, la próxima vez que vengas a casa no verás comida ni en pintura.- y colgó. Yo reí y colgué también. Sabía cuánto odiaba Lisa que le respondieran las preguntas con más preguntas.

Me preparé rápido y en poco tiempo estaba ya en el instituto.

- ¿Y bien?- le pregunté a Lisa sentándome a su lado- ¿Cómo lo vamos a hacer? La venganza, digo.

- Podemos hacerlo todo durante una de las últimas clases para que lo vea a la salida. A esa hora todo está lleno de gente así que todo el mundo verá la "masculina" moto de la nena.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un encuentro inoportuno© [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora