Mi primer amor.
La primera vez que me enamoré tenía doce años y fue de mi vecino, Jordi, bastante patético ¿No les parece?, había algo en él que me gustaba. Bueno, tampoco Jordi era la gran cosa, solo tenía un año más que yo, ojos café claros, una linda nariz respingada llena de pequeñas pecas, aunque era unos 10 centímetros más alto que yo, era bastante escuálido.
En ocasiones me acompañaba hasta la entrada de mi casa o solía jugar conmigo en la casa del árbol que el tío Ed (Ed de Edmundo) construyó para mi hermana Olivia y para mí. Me gustaban estas pequeñas acciones, porque era lindo conmigo, muy dulce y atento, además de divertido e interesante.
¿QUÉ CHICO A LA EDAD DE 13 IBA A SER ASÍ? Sólo lanzaban piedras y jalaban coletas a las niñas.
Un día después de volver juntos a casa, me dijo que se pasaría la tarde conmigo en la casa del árbol, a los 12 años y enamorada eso me pareció el cielo. Después de reírnos un rato y ver películas en el viejo ordenador de Oli, había llegado la tarde; Jordi debía irse a su casa.
Lo acompañé hasta el rejado que dividía su casa de la mía y donde se encontraba una linda puerta que daba a su jardín. Parecía nervioso, pues jugaba con una vieja pulsera negra en su muñeca. Atravesó la pequeña puerta de reja pero no se alejó.
Quedamos frente a frente sin saber que decir, de pronto me estrechó entre sus escuálidos brazos a lo cual le correspondí. Se fue separado lentamente de mí, como si quisiese que ese momento durara para siempre y si hubiera caído una bomba en ese instante ni lo hubiera notado. Volvimos a quedar de frente, nariz con nariz, mirándonos a los ojos y sin pensarlo dos veces me besó y fue el instante más perfecto e inigualable que me pudo haber pasado, cerré los ojos ante el contacto de sus labios con los míos.
Todos los libros, películas e historias de amor tuvieron sentido.
Todas esas mariposas de las cuales había escuchado hablar, revolotearon felizmente en mi estómago y por un instante todo fue perfecto.
SIN EMBARGO NINGÚN LIBRO TE PREPARA PARA LO QUE SUCEDE DESPUÉS DEL PRIMER BESO.
Te mentiría si te dijera que lo que siguió después fue maravillosamente bien. Se alejó lentamente, sin antes susurrarme en el oído:
—Promete que nunca me olvidarás.
Me pareció algo dramático ¿Quién se despide así después de su primer beso?, pero aún así con los ojos cerrados se lo prometí, cuando tuvo el valor de abrir los ojos, el ya no estaba.
Cuando me dirigía a la puerta Olivia estaba pegada a la ventana con su lengua de fuera interpretando de manera ridícula un beso francés.
Volteé la mirada y subí corriendo a mi habitación, mi hermana mayor me había pillado, aún así, no recuerdo que paso después.
Ni siquiera si mis padres me reprendieron, ni cuando me duché, ni siquiera cuando baje a comer y mis padre mencionaron que los vecinos se iban a Ecuador. Y a la mañana siguiente, se había ido. Debí suponer que mi vida amorosa sería una mierda.
18 años.
Sople las 18 velas del pastel de cumpleaños, todos mis familiares estaban ahí, incluso mi mejor amiga. Un flash cegador me daño la vista y ahora veía puntos de luz flotando en el espacio, luego sentí el abrazo de la abuela con sus suéteres de lana en color pastel y el olor a menta con pulque que se desprendía del abuelo. Sonreí a todos los que me felicitaron y dejaron regalos en la sala.
Justo a las 10:30 pm todos se habían marchado sólo quedaba Sofía, quien tenía una sonrisa en la cara pero bien sabía que si no le ofrecían alcohol en los próximos 5 minutos iba a golpear a alguien. Intentaba convencer a mis padres de dejarme ir a una discoteca por primera vez en mi vida. Si se que el término "discoteca" es como de l época de mis abuelos, pero era mejor que decir "antro" ya que comúnmente el antro es igual a:
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Como expulsar mariposas Muertas.
RomansaPor: Andrea Padilla & Gema Salazar. Corazones rotos, dignidades pérdidas y labios ultrajados: es lo único que nos deja el amor (si tienes la suerte de que llegue a tu vida).