Capítulo 3

928 70 0
                                    

Desde el incidente con el borracho, Damon se convirtió prácticamente en la sombra de Sheila, quien empezaba a hartarse de tanta sobreprotección.

-¿Es que no tienes nada mejor que hacer que seguirme a todas partes? –se quejó ella mientras se dirigía a su próxima clase-. En serio, Damon. Estaré bien, no tienes nada de qué preocuparte.

-Pero, yo...

-Damon –intervino Caroline-. Vete, ahora.

No dejando de protestar, el vampiro obedeció le petición de la rubia, sabiendo que esta cuidaría bien de Sheila en su ausencia.

Sin nada que hacer en las próximas horas, Damon decidió ir a dar una vuelta por las inmediaciones.

-¿Te has perdido? –bromeó Rosalie a modo de saludo-. Sheila y Caroline están en clase.

-Lo sé, me han echado de allí.

-No entiendo por qué, ¿quién no querría tener un guardaespaldas pegado a él las 24 horas del día? –ironizó la rubia.

-¿No tienes nada que hacer? –gruñó Damon sin muchas ganas de jueguecitos, para después cambiar de tono al darse cuenta de que había sido muy rudo con ella-. Perdona, es que... Hoy no es un buen día.

-¿Quieres hablar de ello?

-Sí, pero no aquí. Sheila me dijo que tenías muchas ganas de ir a Mystic Falls, ¿te apetece un viajecito en coche?

-Claro.

0000

Cuando llegaron a los aparcamientos del edificio central del campus, Rosalie no dio crédito a lo que estaba viendo con sus propios ojos.

-¡Un Chevrolet Camaro SS Convertible de 1969! –exclamó ella entusiasmada al ver semejante maravilla.

-Eres fan de los coches clásicos –se sorprendió Damon-. Vaya, eso no me lo esperaba.

-¿Es tuyo? –preguntó la rubia al verle abrir la puerta del conductor-. ¿Puedes abrir el capó para echarle un vistazo?

-Lo que quieras.

Como si se tratase de una mecánica profesional, Rosalie se puso a inspeccionar bajo el capó del vehículo.

-La mayoría de las piezas son nuevas –se desilusionó ella, puesto que eso le hacía perder parte de su encanto.

-Eran las originales cuando lo adquirí por primera vez.

-¿Qué sucedió?

-Digamos que salió ardiendo tras estrellarse contra un bar.

-¿¡Qué!? ¿Y tú ibas dentro?

-Sí, pero logré salir antes de que ocurriese –mintió a medias él, no pudiendo explicar cómo sucedió exactamente.

-Tuviste mucha suerte.

-Bastante, sí.

Rosalie siguió revisando el coche y, teniendo en cuenta cómo se destrozó este, estaba realmente en buen estado ahora.

-Alguien hizo muy buen trabajo restaurando el Camaro, ¿lo hiciste tú?

-En realidad, fue mi hermano Stefan.

La expresión tan apagada en su rostro llamó la atención de la rubia, quien no dudó en preguntar:

-¿Dónde está él ahora?

-Probablemente en algún lugar de Europa con su novia Valerie –dijo este último nombre con claro desprecio-, si es que esta no se ha cansado ya del santurrón de mi hermano...

Entre dos mundos (Crossover Twilight&TVD - Dosalie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora