Esta es una breve historia de cómo ha sido mi vida desde que conocí el deporte tan maravilloso que ha hecho de mi vida una llena de pasión,determinación,carácter,disciplina y optimismo.
Damas y caballeros he aquí el baloncesto.
Cuando estaba en escuela intermedia en séptimo grado se celebró un torneo entre grupos de séptimo y entre a un equipo a representar a 7-4 mi salón junto con mis amistades. Recuerdo que el primer partido lo perdimos no por mucho pero perdimos y sólo anote unos 4 puntos. Llegó el día del siguiente partido y casualmente tuvimos una hora libre y fuimos a la cancha a practicar,recuerdo que hise unas buenas bandejas y tiros. Llegando el momento de terminar me doble el tobillo izquierdo. Pasaron las horas y llegó el momento del partido y al mirar mi tobillo estaba totalmente negro y cojeaba. Decidí jugar pese al dolor porque amo esto y sentí que mi equipo me necesitaba. Comenzó el partido y la adrenalina poco a poco se apoderó de mí, enceste buenas canastas y obtuvimos gran ventaja. Ganamos el partido por unos 15 o 20 puntos y finalice con 18 puntos, durante el partido no sentí dolor gracias a la adrenalina. Al momento de recoger mis cosas llega mi mamá y el maestro le dice cocinele Rico esta noche pues se fajo(es decir se esforzó y lo dejó todo). Me sentí orgulloso de mi esfuerzo y feliz. Me di cuenta de que este deporte me enseñó a manejar el dolor y a jugar con el. Incluso con esa lesión tuve uno de los mejores partidos de mi vida. Desde entonces he cuidado mis piernas y mi cuerpo aunque he sufrido lastimaduras pero nada grave gracias a Dios. Pero esa fecha es una de las que jamás olvidaré en mi vida. Cada pase que recibía almenos 4 de cada 5 tiros los encestaba. Pase el día feliz y recordando ese juego, no quedaba duda de que amaba este deporte. Ese día el baloncesto me enseñó que un jugador no se puede medir por un mal partido y que cada juego tiene su propia dinámica.
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