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Todo comenzó hace algunos años

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Todo comenzó hace algunos años...

El caballo de Taylor galopaba a toda velocidad sobre el largo sendero que se extendía hasta el inmenso bosque. Las hadas, quienes los perseguían volando sobre el cielo se apresuraban por alcanzarlos a vuelo rápido.

Taylor escondía la pequeña manta entre su regazo, luchando porque no la divisaran, pero sabía que eso no le serviría de nada; pues tarde o temprano ellas los alcanzarían y se llevarían consigo a la pequeña cría que llevaba con ella. La mujer no podía con todo eso. No sería capaz de separarse de su única hija.

El caballo negro se acercaba cada vez más al bosque de las pesadillas, casa del famoso lobo feroz. Taylor estaba casi segura de que las hadas no serían capaces de adentrarse en aquel bosque, pero se preguntaba si ella lo era.

La mujer se apresuró a bajar del caballo y dejar a la pequeña niña rubia con delicadeza en el arbusto más cercano.

—Tienes los ojos de tu padre —susurró antes de adentrarse en el bosque, dejando a la niña sola.

A las hadas les bastó con escuchar un gruñido tras un grito desgarrador para marcharse del lugar con las manos vacías.

Lo que pocas personas sabían, es que esa niña era yo.


El animal se acercó a la niña y la olfateó provocando que ésta se echara a llorar

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El animal se acercó a la niña y la olfateó provocando que ésta se echara a llorar.

—¡Cállate! Harás que nos descubran,  no quiero ir a la perrera de nuevo. ¿Sabes la tortura que es estar allí? No tenía amigos, los demás perros me temían —gritó el feroz animal tomando a la niña en brazos, intentando calmarla.

La niña rió levemente y paró de llorar segundos más tarde.

—Entonces, ¿estás sola? —preguntó el lobo sin esperar respuesta— Creo que no responderás... olvidé que no hablas.

¿Sabes? Ahora que lo reflexiono un poco más... él tampoco debería hablar.

Emma, los narradores no debemos interrumpir en la historia.

Perdón, narrador perfecto.

El lobo decidió criar a la pequeña niña hasta que esta pudiera valerse por si misma. Los cuentos estaban plagados de peligros, desde ogros protegiendo puentes encantados, hasta hadas intentando rastrear la ubicación de la niña.

Nunca entendió que era lo que tanto querían de Emma. La reina llevaba años buscándola por toda la ciudad; quería ejecutarla. Esa es la razón por la cual el lobo la mantenía alejada de "Story City: La ciudad de los cuentos de hadas".

—¿Lobito? —preguntó la niña mientras llevaba otra cucharada de arroz con leche a su boca. Ahora ella tenía tres años y era realmente hermosa. Los mechones rubios resbalaban por su cara y sus ojos azules brillaban más que las estrellas; era digna de ser coronada princesa. Él no sabía porque la odiaban tanto.

¡Mira esto! Aquí dice que soy bella.

Emma, sigue leyendo el libro.

Amargado.

—¿Qué pasa, nena? —preguntó el lobo mostrando sus grandes colmillos en forma de sonrisa. Aunque si lo vieras de manera detallada, podía llegar a parecer aterrador.

—Cuéntame un cuento...

—¡¿En serio era tan mimada e inútil?!

¡Emma!

Sigo con el libro, entiendo.

No es otro cuento de hadas. [LAR #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora