No es que lo eche de menos

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– Oye Baek, ¿Sabes que le ocurre a Kai? – Le preguntó un chico rubio de estatura media, recargado en la puerta de la cocina, mientras señalaba con el rostro al moreno.


– ¿Y yo porque tendría que saber eso, Lay? – Recogió unas bandejas con un par de bebidas.


– Pues pensé que se estaban volviendo cercanos


– Ja... sí que andas en otro mundo – Incluyó algunas servilletas en la bandeja.


– ¡Oye! – Hizo un pequeño puchero – De todos modos, cualquiera que lo viera se preocuparía... solo míralo, se ve bastante apagado – Lo señaló con el codo – ni siquiera puede hablar bien con las clientas, en verdad es inquietante ¿no, Baek?... ¿Baek? – Suspiró al darse cuenta de que el chico de cabello gris ya se había ido a entregar aquella bandeja con bebidas.

Baekhyun se acercó a la mesa con su habitual actitud de host, dedicándoles sonrisas y un leve coqueteo, pero algo lo hizo saltar de un respingo. Sonó como si hubieran rotó un vaso, haciendo que el ambiente se tornara un poco incómodo.


– Discúlpenme un momento, damas – Baekhyun se retiró con una cálida sonrisa, y se acercó al chico que había causado ese pequeño accidente.


– Te vas a cortar si tomas los trozos directamente con las manos – Baek le acercó un pañuelo – Vamos, suelta eso – El chico parecía ignorarlo – Oye... – Se comenzó a molestar y enseguida tomó su mano para que soltara los trozos de vidrio, pero este la alejó inmediatamente. Baek tomó una respiración profunda para no gritarle en frente de todos y se levantó, dirigiéndose a las chicas de la mesa que el moreno estaba atendiendo.


– Perdonen el desastre chicas, ¿Se les ofrece cambiar de host o pedir algún platillo en descuento? – Se tomó sus propias manos para reposarlas.


– No, no... No te preocupes oppa, fue un accidente solamente – Las chicas le sonrieron y este hizo lo mismo. De pronto, el chico que estaba en el suelo se dirigió a la cocina sin decir una palabra y el mayor fue detrás suyo, no sin antes hacer una pequeña reverencia a las clientas.


Pasaron las puertas de vaivén y en vez de entrar a la cocina, el moreno tiró los trozos en un bote que se encontraba antes de entrar a los vestidores. Al dejarlos caer en el cesto de basura, Baekhyun notó como una de las manos del chico empezó a sangrar, y enseguida lo tomó de la muñeca y la levantó para que ambos la miraran.


– Esto es lo que pasa si no me escuchas – Dijo, serio – no seas tan descuidado... es algo... preocupante.


Kai frunció su ceño como si estuviera adolorido pero no lo miraba, su actitud era tan distante y fría... era como si Baekhyun no existiera. Enseguida quiso dirigirse hacia el sanitario, pero el mayor no lo dejó, lo detuvo poniendo ambas manos a lado de su cintura y las palmas en la pared.


– ¿Cuál es tu problema hoy? – Baek le preguntó de manera brusca y este se intentó zafar apenas terminó la pregunta, pero el mayor no lo permitió.


– Déjame en paz – Susurró un tanto molesto – Solo... déjame en paz.


Baekhyun lo tomó de la muñeca, jalándolo con él hacia los vestidores que en ese momento se encontraban vacíos.


– ¿En verdad te puedo dejar en paz? – Se cruzó de brazos – Si solo te lastimas de esa tonta manera sin escuchar a los demás.


– ¿Y eso a ti en que te afecta? – Finalmente lo miró.

¿Quién enseña a quién? (Kaibaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora