Realidad.

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Me levantó escuchando de fondo una canción que amo, creo que la música que escuchamos nos define como persona. Hoy estoy un poco más reflexiva que ayer y un poco más crítica también.
Me preparó y voy a estudiar. Odio el secundario , odio la idea de que unas calificaciones se limiten a definirte intelectualmente, en realidad creo que odio los límites.
En fin, mi "grupo" de amigos son tres personas: Helen, Joshy y Vito.
Helen es de las típicas chicas lindas que tienen un novio pero no es fiel y se mantiene en una relación rutinaria y que no es amor(aunque ella jura que lo ama, y él es un completo idiota).
Joshy es una especie de nerd sexy y amante de animes que vive flirteando en las redes social. Y Vito es el chico más dulce que conozco y el mejor hombre que conozco, y orgulloso de ser gay.
Cada uno de ellos, hace que me sienta contenida de alguna forma. Cuando mi padre murió, ellos estuvieron conmigo en todo momento y hoy no es la excepción.
Suena las campanas que indican el cambio de hora y salida al receso.
Básicamente nos sentamos a mirar como Jenna y Milton intercambian saliva , digo se besan. No es que eso sea interesante o sexy, es más un acto bastante asqueroso. Jenna es la sexy del colegio con aires de diosa y Milton es Milton, un imbécil de quien antes estaba enamorada.
En realidad no era amor, era una especie de "me gusta porque es el único infeliz que me parece atractivo". Hoy en día eso cambio, y me siento feliz de ya no intercambiar saliva con él ya que por experiencia sé que es pésimo besando.
Luego de dos horas escuchando las clases dictadas por la maestra de inglés, es hora de salir.
Quedamos con Vito y Helen ir de compras, se acerca el cumpleaños de Joshy y queremos sorprenderla.
Vito y Helen a la hora de comprar son un gran equipo, me divierto tanto con ellos que siento que el vacío en mi pecho no existe. Los dejo entretenidos mirando ropas y salgo de la tienda a comprar un helado.
Mientras voy caminando veo a mi madre, sentada en un banco hablando con un hombre a quien conozco bien, sí, su amante.
Ella no me ve, y la observo, no entiendo lo descarada que puede ser y se supone que a esta hora estaría trabajando.
Mi realidad es esta, mi madre no tiene tiempo para pasar con su hija adolescente de diecisiete años pero sí para pasar con un viejo amante.
Gracias mamá, gracias vida por esta encantadora realidad.

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Llegó a mi casa, decaída sin ánimos de nada. Deje a Vito y Helen que terminarán de hacer compras con la excusa de que me dolía la cabeza, me despedí de ellos con una sonrisa.
Dicen que uno sonríe cuando las cosas marchan bien, en mi caso lo uso para distraer porque sin mirarán más allá de mi sonrisa se darían cuenta de lo vacía que me siento.
Miro la mesa y veo una nota de mi madre.
"Cariño te deje dinero en tu habitación para que compres pizza o algo para comer, tengo doble turno.
Nos vemos mañana"

Lo termino de leer y subo las escaleras que me conducen a mi habitación, encuentro el sobre con el dinero. Pido un delivery y me dispongo a esperar mi pizza.
Al pasar el tiempo, desde que murió mi padre, en esto se ha transformado mi vida. Estar sola en casa, pedir pizza para cenar, los dobles turnos tan habituales de mi madre en el hospital(sabiendo que está con su novio o lo que sea). Tal vez sería hora de que lo haga público, ya sé que tuvo amoríos con él mientas mi padre estaba postrado en una cama en el hospital.
Lo recuerdo tan bien, era tarde y yo estaba mirando a papá, salí a buscar café y al girar en un pasillo ví una puerta entreabierta y ahí estaba mi madre con ese tipo besándose. Nunca lo voy a olvidar, nunca voy a olvidar la expresión que puso al verme y las palabras que dijo:
"No es lo que parece, sólo trato de superar lo inevitable"
Sólo di la vuelta y seguí mi camino, nunca le reclame, nunca le conté a mi padre,nunca nada. Ella intentó hablar del tema pero simplemente ignore.
Asi como ella ignoró a mi padre cuando estaba enfermo, asi como me ignoro.
Cuando alejó esos pensamientos, me toco la mejilla y me doy cuenta de que estaba llorando.
Sólo sé que esto no es lo que quiero para mi vida, sólo quiero un poco de normalidad aquí y ahora.


Los secretos detrás de una sonrisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora