Mis "viejos amigos".

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De chiquita me había enamorado perdidamente de un amigo de mi primo, el cuál veía cada vez que lo visitaba y en sus cumpleaños.
Nos veíamos y jugábamos, también con sus otros amigos, uno colorado, otro con rulos (que me daban risa), uno grandote (que daba miedo), otro que parecía pikachu y por último Santiago, el hijo de la madrina de mi mamá.
Pero esto se acabó en 7mo grado de todos ellos, que fue cuando mis "amigos de la infancia" se cambiaron de colegio.
Ya no me daban ni ganas de ir a los cumpleaños de mi primo porque sabía que no iba a poder verlos a ellos, y en especial a mi chico.
Le pregunté a mi primo sobre ellos y me pasó sus facebooks. Estaba tan contenta. Llegué a mi casa y primero que nada fui a la computadora. Empecé a buscarlos y los encontré, no podía estar más feliz.

El amor nunca dichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora