¿Nerviosa? Sí, como nunca antes. No debería estarlo, solo volveré a mi ciudad natal de mis interminables vacaciones en Cancún. Pero no todo es tan fácil, mis padres me han estado cambiando las cosas de lugar mientras yo estaba fuera del país con mi tía Catherin. Lloré, lloré como niña, lloré durante horas, o quizá días, no lo sé, pero ya estoy de vuelta en Washington.
Acabo de bajar del avión, soy una nueva persona, con mucha mas confianza en mi. La maleta pesaba como mil demonios, deduzco que toda la ropa que mi tía compró para mi esta ahí, junto con zapatos, maquillaje y muchas más cosas que debo usar para no ser castigada.
Camino por el aeropuerto mirando con recelo los botines negros que mi prima Bethany obligó que me los pusiera. No son feos, pero tienen tacón, y son incómodos. Yo quiero mis pobres converse verdes, ¿Es mucho pedir?
Para aclarar las cosas, debo decir que a mis padres les ha dado un lapsus, y han tirado todas las cosas de mi habitación, ¡Todas las cosas de mi habitación! Como ya he dicho, lloré durante horas por mis pobres converse que se encontraban en la basura. Pero, dejadme deciros, que tenía un plan para recuperarlas. Esperar a la noche, que todos estuvieran dormidos, salir por la ventana de mi habitación y cogerlas del contenedor que estaba situado detrás de mi casa. El único problema para mi era que mi habitación estaba en el segundo piso, y bueno, tuve que tirar unas cuantas almohadas al césped para caer en ellas ilesa. Pero, como mi suerte es puta, el camión de la basura vino y se las llevó. En ese momento lloré más, mucho más, hasta más que cuando murió Freddie, mi tortuga, que no hacia nada en realidad pero la amaba. Me divertía verla dormir mientras escuchaba música.
Lloré cuando tiraron mis posters de ''Patito Feo'' , ''las Winx'' y, aún peor, mis preciados posters de ''Pichi, pichi, pitch''.
Parecía una muerta cuando me dijeron que me iría a Cancún a pasar las vacaciones porque ellos estarían ocupados pintando MI habitación, decorando MI habitación, y comprando cosas para MI habitación. Mis planes de pasar las vacaciones con mis amigos se fueron al caño. No les vería en todo el verano, ni siquiera podría contactar con ellos por mi tía, que era una obsesa con la tecnología.
Seguí caminando por el aeropuerto intentando encontrar a mis padres. Ellos son unos famosos abogados de la capital de Estados Unidos, donde, como ya he dicho, vivimos. Tienen dinero, digo ''tienen'' porque su dinero es suyo y ellos me mantienen a mí. Mi madre es Adeline, tiene el pelo rubio y los ojos azules, ODIA el desorden. Siempre va maquillada, hasta cuando está en casa, que no es muy habitualmente por su trabajo.
Ella y mi padre trabajan juntos, él, al contrario, tiene el pelo negro y los ojos verdes, su nombre es Daniel. De esa mezcla salimos mi hermano David y yo. David tiene el pelo rubio y los ojos verdes, y por el contrario, yo tengo el pelo castaño y los ojos azules. Siempre fui diferente, por decirlo de alguna manera. Mi familia es guapísima. Todos tiene un tipo de belleza y yo, solo era yo. Llevaba el pelo corto y maltratado, brackets por mi espantosa dentadura, ropa ancha de mi padre y mis (ahora muertas) converse verdes.
A pesar de mi horrible verano, no puedo esperar a ver las reacciones de todos cuando me vean así.
El instituto empezaba mañana y no podía esperar, solo quiero ver a mis amigos, y a los que se metían conmigo por lo fea que era, solo quiero que vean el cambio de Abby.
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EL CAMBIO DE ABBY.
Fiksi RemajaAbighail Evans siempre fue una chica a la que nadie hizo caso, ella pasaba desapercibida con su cara llena de granos y sus brackets de color azul. Ella llevaba su pelo corto a la altura de los hombros con las puntas abiertas y sujeto por algunas pin...