Capitulo V

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Cuando apenas llegan de nuevo a la mansión, los recibe un gran alboroto.

Sirvientes van de un lado a otro, acomodando lo mínimo que vean, ya sean cuadros, jarrones, mesas, floreros, etc.

Y en medio de todo estaba Dinah, curiosamente encima de alguien mientras en sus manos llevaba unos adornos para paredes.

-Más a la derecha, Mendes-Pedía con su habitual sonrisa al chico que parecía que en cualquier momento se iba a desmayar del esfuerzo.

-¿Aquí?- Preguntaba casi jadeando.

-Mmm... no. Más a la izquierda- Dinah hacía como que iba a poner en su lugar lo que llevaba en las manos, pero después negaba y pedía cambio de lugar al castaño que rodaba los ojos.

Curiosa escena que fue inevitablemente graciosa para Lauren que contuvo su risa tapando su boca, y para Camila que se mordía el labio para no reír. Hasta que ven a Troy entrar toda manchada de polvo en la cara y la ropa mientras llevaba en el hombro lo que parecía ser una pesada alfombra.

-Esto va en la entrada ¿verdad Hansen?- Preguntó pero después vio la cara de Shawn y empezó a reír-Dejaré esto donde debe estar y después me encargaré de ayudarte antes de que el pobre hombre muera debajo de ti- Y se fue riendo. Ante esto Lauren no pudo más y se carcajeó libremente llamando la atención de la castaño y la rubia, Camila sin embargo, fingía un ataque de tos para ocultar la risita que se le estaba escapando.

-Vaya, regresaron completas y sin ningún rasguño. Excelente.- Sonrió satisfecha y dio palmadas en el hombro de Shawn para que este la bajara, pero el pobre muchacho, en el intento, se fue de cara contra el piso y Dinah que ya lo veía venir, solamente se paró firme cayendo con elegancia.

-Enserio que eres un debilucho- Comentó entre risas y Camila la miró feo, aunque por dentro le daba la razón.

-A veces la inteligencia le gana a la fuerza- Dijo Shawn sorprendiendo a todas y formando un ambiente tenso.

-Oh vaya- Pero más que enojarse Lauren le sonríe con un tinte de desafío.

-Bueno, ya. Ahora que están aquí de hecho ayudarían mucho para los últimos toques en la decoración- Cortó Dinah y les dio una caja con los mismos adornos que llevaba en la mano. -Ahora, decidan quién va arriba y quién abajo- Y procede a sonreír pícaramente ante la mirada estupefacta de ambas princesas.

-¿Acaso no hay escaleras?- Se apresuró a preguntar la castaña y para toda respuesta obtuvo una negación silenciosa junto a una sonrisa divertida-Como sea...- Se sonrojó apenas y viró la cara para que nadie lo notara-Por supuesto yo arriba,probaremos esa fuerza de la que tanto te enorgulleces salvaje-

-Como diga su majestad- Lauren se reverencia exageradamente y después ríe con la cara de fastidio que logró en la castaña. Cargó en sus manos la caja que se le fue dada y siguió a Camila hacia la pared que faltaba. Una vez ahí, bajó con cuidado lo que llevaba en manos y agarró el primer adorno que le salió al meter la mano dentro de la caja. -Bien, empiece su alteza- Sonrió de nueva cuenta y se agachó enfrente de Camila.

La castaña aún renuente a la idea, empezó a maldecir varias veces en su cabeza, se acercó lentamente hacia Lauren quien seguía esperando. Hizo una última mueca y paso una de sus piernas por el hombro de la pelinegra se acercó y pasó la otra pierna. Cuando estuvo segura de estar firme tocó la cabeza de Lauren avisando que podía levantarse y esta, sin problemas, la llevó a una altura considerable. Del repentino movimiento a Camila se le escapó una leve exclamación y cuando estuvo a punto de desequilibrarse, Lauren aseguró sus piernas con sus manos.

-Ahora acabamos de resolver el otro misterio por el cual eres tan mala al momento de montar un caballo- Dijo Lauren y a pesar de que la castaña no lo veía, estaba sonriendo realmente divertida hasta que recibió un talonazo en las costillas. -¡Hey!-

El Amor En Tiempos De Guerra (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora