Capitulo VI

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Muy temprano en la mañana,una pelinegra yacía estirándose en su cama. Se levantó sin problemas y se dirigió hacia la ventana donde apreciaba la oscuridad matinal pero en el horizonte ciertos atisbos del amanecer. Sonrió y se sentó en el borde para poder admirar que de a poco el cielo se iba aclarando y un imponente sol daba la bienvenida a un nuevo día con su luz y calidez. En ese instante suspiró y cerró los ojos deseándole todo lo mejor a su familia.

Esta costumbre la había desarrollado gracias a su madre quien, antes de que parta a su primera batalla, le había dicho "La fuerza de cada hombre es su familia, sus seres amados. Hija mía, a pesar de la distancia ten presente que estaremos contigo. Cada mañana que estés lejos, aprecia el amanecer y en esa primera calidez que recibas de los rayos del sol, piensa que somos nosotras, velando por ti".

Pasado un tiempo muy corto, se levantó para poder ir a alistarse. Cuando hubo acabado sonrió traviesa y un deje de maldad pasó por sus ojos. Salió de su cuarto y fue al que estaba en frente, sin tocar la puerta entró sigilosamente donde encontró a cierta princesa castaña que dormía plácidamente con un gesto de increíble paz que por un momento hizo dudar a Lauren quien la veía apreciativamente mientras se acercaba a los aposentos de Camila.

"En definitiva, calladita se ve más bonita" Rió ligeramente por sus pensamientos y se acercó lentamente hacia la chica. Se inclinó un poco y con una sonrisa divertida empezó a picar la mejilla de Camila quien hizo muecas y dejaba salir quejiditos dignos de niña pequeña.

-Vamos...despierte princesita...se nos va la mañana...- Decía lentamente y casi en susurros la pelinegra mientras Camila amenazaba con dar manotazos.

-Cabello...hey... vamos...- Picaba más y la castaña abrió un ojo notoriamente adormilada. Enfocó mejor y la imagen de una pelinegra muy cerca de su rostro mientras sonreía, la recibió, provocando que se despierte de inmediato y en su intento de levantarse inesperadamente hizo que su frente y la de Lauren colisionaran bruscamente.

-Perfecto, que buena forma de empezar el día- Dijo mientras se frotaba la parte afectada.

-Auch, tienes una cabeza muy dura Cabello- Dijo Lauren conservando un tono de cortesía.

-Dejando eso de lado ¿se puede saber que haces en mi cuarto?- Preguntó con una ceja alzada y cierto tono de irritación que no pasó desapercibido para Lauren quien ya estaba contando mentalmente para calmarse.

-Vengo por el acuerdo,las mañanas eran mías ¿recuerdas?- Respondió aún en tono amable, sorprendiendo ligeramente a Camila.

-Ya veo- Dijo simplemente y se levantó. -Espérame en la sala- Sonó a orden brusca y se dio cuenta de eso, por lo que lo añadió al momento de ver la ceja alzada de Lauren -Por favor- Lauren sonrió ligeramente y asintió.

Apenas salió la pelinegra soltó un suspiro de cansancio mientras se negaba a creer el ligero cambio de actitud de Lauren. Mientras se cambiaba pensaba en las mil y un razones por las que Lauren actuaba más calmada y entre ellas sobresalían las de 'Finge para después matarme', 'Algo quiere de mí' y la que le causó un escalofrío 'Me está seduciendo lentamente para después llevarme a la cama' y ante esa idea sacudió la cabeza poniendo una expresión de horror.

Ante el mar de ideas, salió del cuarto decidida a no tragarse el cuento pero seguirle la corriente. Cuando llegó a la sala se llevó la segunda sorpresa del día al verla sentada pacientemente mientras miraba algo que tenía en sus manos. Entrecerró los ojos y se acercó cautelosamente, cuando estuvo lo suficientemente cerca logró apreciar unas pequeñas figuritas de madera, todas agarradas a una cadena delgada. Cuando quiso identificar mejor la forma de las figuritas, la mano se cerró de repente y una voz se escuchó.

El Amor En Tiempos De Guerra (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora