¿POR QUÉ LAS MUJERES QUIEREN COMPRARLO TODO?

1.2K 34 14
                                    


El hombre se caracteriza por su poco derroche. Él por lo general se da pocos lujos. En lo que más gasta es en tecnología, alcohol, y mujeres, cosas fundamentales para la vida humana. Pero él no va a ir de tienda en tienda con el único objetivo de "comprar algo", porque además es consciente y sabe que los tiempos están difíciles. Cosa aparte y diferente son las mujeres, que para ser honesto... ¡no sé por qué siempre quieren todo lo que ven en una vitrina!

Puede que algunas mujeres sean afortunadas y tengan un carácter muy persuasivo con su pareja, motivo por el cual siempre se salen con las suyas a la hora de pedir algo. Pero chicas, para un hombre no hay nada más catete, que ir caminando por cualquier parte y que su pareja o acompañante de turno, diga cada dos minutos "¡quiero esto!" Está bien que el Padre Hurtado haya dicho "hay que dar hasta que duela", pero todo acto de caridad tiene un límite y no somos el Viejito Pascuero para derrochar en tanto regalo.

Puede que de vez en cuando querramos sorprender a nuestra mujer con algún "engañito", pero el género femenino siempre abusa de la buena voluntad masculina, ya que, siempre piden algo más. Por ejemplo, si le regalamos una batidora para que nos hagan cosas ricas en casa, en vez de agradecernos nos lanzan un "¡me regalas puras leseras!" O, "¡hubiese preferido un teléfono nuevo, ya que estoy aburrida de jugar con la concunita!"... ¡Chicas, nunca se conforman con nada! Ojalá en lo sexual fueran igualitas y nos pidieran más y más.

El drama es cuando la mujer tiene acceso a nuestras tarjetas de créditos y se va de compras. De seguro que el lunes a primera hora, el ejecutivo del banco nos llamará, incluso antes de que suene el despertador, por el sobregiro que nos dejó la "linda" en la cuenta corriente. Pero esas cosas nos pasan solo por quererlas tanto.

Pero mujeres, si quieren a sus hombres, ¡no les pidan tantas cosas! Especialmente hoy en día, con tiempos tan complicados en donde debemos ahorrar. No es que seamos tacaños, pero ¡aflojen un poquito! Y si no, ¡comprenselo ustedes mismas! ¿No querían tanta igualdad?

Eso.


Por SEBASTIÁN CASTILLO VERDUGO / @Sebastian_ACV 

Relatos de un hombre Curioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora