Desde pequeños, a los hombres nos enseñaron a ser caballeros con las mujeres. Se nos inculcó que debíamos protegerlas; si tenían frío darles nuestra chaqueta; si tenían sueño prestarles nuestro hombro; si querían llorar, debíamos estar para consolarlas; si queríamos conquistarlas, siempre dar nosotros el primer paso invitándolas a comer, bailar, ir al cine, y todo gasto incurrido fuera por nuestra cuenta. También se suponía que en el siglo XXI, todo ese machismo quedaría en el pasado, por este empoderamiento femenino del que tanto se habla. Pero al parecer, el feminismo y la independencia "casualmente" solo se aplican en ciertos momentos.
Uno como hombre se siente en la "obligación moral" de invitar siempre a las mujeres (bueno, ellas igual invitan, aunque al final terminamos siempre pagando nosotros). Y fíjense lo curioso de la situación, ya que en esos momentos, las feministas nuna se pronuncian. Ni tan tontas al parecer.
Pretenden igualdad pero no la practican. Por ejemplo, si estamos compartiendo unas rondas de cervezas con amigos y amigas, cuando le toca a la mujer pagar la ronda, ¡ups! debe ir al baño, la llamó alguien, no trajo plata o, si es más viva, nos cierra un ojo, para que la saltemos y así no tenga que gastar ni un peso.
Lo mismo pasa a la hora de salir a fumar. Ella invita y de repente se acuerda que se le quedaron los cigarrillos en la cartera adentro del lugar, en la casa o en el auto. Pero nunca tiene y pretende que la "financiemos".
¿Y cuando queremos un "tentempié" post carrete? Uno debe invitarlas ya que, según ellas, se gastaron toda la plata en copete pues no calculaban estas horas extras. ¡Aaay Dios mío! ¿Por qué son tangrupientas chicas? ¡El tatita Dios las castigará!
Cuando pololeamos, seguimos pagando nosotros: "¡Gordo, hoy es el cumple de mi amiga y me había olvidado!" "¿Ya, y?" "Es que aún no canta Gardel... ¡préstame un billetito para el regalo!" En ese momento en nuestras mentes suena la marcha fúnebre, porque ese dinero no volverá más. ¡Al menos si reembolsaran aunque más no sea de otra manera, pero ni eso!
Cuando ya se está casado, las mujeres se ponen más ahorrativas, lo que es bueno. El tema es que solo lo hacen con su dinero, porque al nuestro, ¡lo gastarlo a destajo! "¡Amor, falta un espejo para el baño, pásame...!" "¡Está mala la llave de la ducha, pásame...!" "¡Se acabó el gas, pásame...!" "¡Mi vida no queda detergente, pásame...!" ¿¡Y la igualdad donde quedó me pregunto yo!?
¿Se dan cuenta? ¡Paren de gozar chicas! El feminismo les aflora solo cuando les conviene al parecer. ¡ABUSADORAAAS!
Por SEBASTIÁN CASTILLO VERDUGO / @Sebastian_ACV
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Relatos de un hombre Curioso
HumorA toda aquella mujer, que tenga buen sentido del humor y le guste reírse de ella misma. A la Arañita que me ayudo. A Dios. A todos los que tienen buen sentido del humor y le gusta reir. Prologo: Disponible Nota: Espero no amanecer flotando en el Ma...