¿POR QUÉ LAS MUJERES QUIEREN SABER TODO?

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Es normal que exista un grado de preocupación por la pareja, por algún integrante de la familia, o un amigo; ya que siempre es bueno saber cómo están, qué es de su vida y esas cordialidades. Aunque para ser honestos, a los hombres poco nos importa andar permanentemente indagando en ello. Con tal que estén bien, estamos al otro lado. Por eso siempre me he preguntado: ¿por qué las mujeres quieren saber todo de todos?

Primero les debo confesar algo (de lo cual no me siento para nada orgulloso): sufro de "principio de Alzheimer". Yo mismo me lo auto diagnostiqué (para que vean que también tengo mis defectos -no tantos como las mujeres eso sí-). Esta enfermedad hace que se me olviden muchas cosas, por ejemplo, cumpleaños, "copuchas" de la oficina, nuevas relaciones de amigos, y tantas otras cosas más. Lo bueno es que cuando me sucede, por suerte siempre tengo cerca a alguna mujer, el mejor remedio para mi padecimiento. Ellas nos ayudan a recordarlo todo, ya que siempre lo saben todo. ¡Son como un diario mural con patas!

De hecho... llegan a invadir con tanta pregunta: ¿cómo va el trabajo?; ¿oye y cuánto ganas?; ¿tu polola no se enoja porque sales solo?; ¿por qué te peinas así?; ¿no has pensado en afeitarte?; ¿estás enamorado?; ¿cuándo te casas?; ¿cuántos hijos quieres tener?; ¿crees en los marcianos?; ¿y en Dios?; ¿por qué tienes el pie tan grande? (si supieras huachita... todo lo mío es proporcional).

¿Alguien puede decirme por qué cresta hacen tanta pregunta? Uno no alcanza a responder una, y ya disparan la otra... ¡Rambo es una alpargata al lado de ellas!

Y cuando se está en pareja... ¡peor la situación! Una llamada perdida, o un mensaje de un número desconocido, lo más probable es que se convierta en el punto de partida de un nuevo interrogatorio: -"¿Quién te llamo?"; -"Nadie"; -"¿Cómo que nadie?" –"No sé, era un número desconocido"; -"¡Llama de vuelta!"; -"No, ¿para qué?"; -"¿Llamas tú o llamo yo? La muerte de Francisco Fernando (Archiduque de Austria-Hungría, asesinado por un terrorista serbio, que detonó la primera Guerra Mundial) ¡queda del porte de un poroto al lado de una llamada de dudosa procedencia! Y todo por culpa de las mujeres, que quieren saberlo todo.

Mujeres, mientras más nos bombardean con preguntas, más invadidos nos sentimos, más presionados e incómodos. Entonces nos alejamos dudando si queremos volver a verlas. Así que por favor, les recomiendo que vayan a una iglesia, se sienten a orar y meditar sobre sus actos, le pidan perdón al señor por sus pecados. No confundan su "interés" hacia un hombre, con una embestida de preguntas. Pues aunque las hagan, si no queremos que sepan la verdad, jamás se las diremos.

Vamos de a poco, descubriendo lo mejor de cada uno, para que ambos podamos conquistarnos, y de corazón (aunque no lo sepamos todo, todo).

Eso, chao.

Por SEBASTIÁN CASTILLO VERDUGO / @Sebastian_ACV  

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