Uchiha.

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Al dejarme en el bosque comencé a llorar más, andaba por los árboles y seguía hacia adelante aunque casi no veía nada seguía andando pensando que esto de salir del Monte de los sapos había sido mala idea. ¿Qué sería de mí ahora? Realmente estaba sola, no conocía a nadie y tenía que ir a La Aldea de la Hoja donde tenía un hermano al cual no podía acercarme, mis padres muertos y yo sin ningún recuerdo pero bueno ¡Qué tonta! Si jamás los conocí.
Seguía entre los árboles y se llenaba mi corazón de tristeza, lo odiaba porque él era como mi padre y me había abandonado a mi suerte, comenzaron a pasar por mi cabeza imágenes de cuando era más pequeña, como me enseñó a ser una persona con sueños y buscar siempre la esperanza de algo mejor y ¿Qué significa esto? ¿Realmente jamás me aprecio ni un poco? ¿No le dolió dejarme? ¿Yo, realmente lo odiaba? No sabía que pensar, comenzaba a marearme a sentirme más y más débil cuando de repente algo se aproximó, tenía reflejos increíbles así que lo vi acercarse ¿Qué era? ¿Un Shuriken? Alcancé a esquivarlo ¡Eso casi me daba! Y es entonces cuando sentí un nudo en la garganta ¿Hay ninjas en esta parte? Tal vez ya estaba cerca de la aldea pero aun así ¿Porque me atacarían? Me sentí nerviosa, no tenía nada con que defenderme más que con jutsus y taijutsu aunque dada mi habilidad eso era suficiente. Comencé a caminar hacia dónde había venido el Shuriken, no se escuchaba ruido cercano ¿De dónde salió? Fue cuando escuché una pequeña risa no muy lejos de donde estaba. Camine un poco más lento, escuchaba unas voces cada vez más audibles, me escondí entre las ramas de un árbol y pude visualizarlos:
- Hermano tú eres muy bueno con los shurikens, yo apenas y puedo lograr curvarlas.
ーSi continuas practicando podrás lograrlo.
- Si me ayudarás a practicar, tú jamás tienes tiempo.
ーDeberías decirle a Papá que te ayude a practicar.
-¡Sabes que él es malo con esto!
ー[Risa] Bueno tienes razón. Está bien, esto ha sido todo por hoy, tengo cosas que hacer.
-¡¿Qué?! ¡Pero si acabamos de llegar! ¡Entonces mira esto, hermano!
Intentaba hacer algo con los Shuriken pero cuando caminó uno de sus pies se atoró en una rama que estaba en el sueño, note que iba a lastimarse con un Shuriken en el brazo así que mi instinto me hizo moverme hacia enfrente, pero su hermano fue más rápido y logró ayudarlo, de inmediato la tomo y la lanzo hacia mi dirección ¡Me vio!.
Apenas y logre esquivarla, baje del árbol y comencé a correr pero de alguna forma me alcanzo ¿Cómo se movió tan rápido?, golpeó mis pies dejándome de inmediato en el suelo, puso un pie sobre mi cuello y tomando lo que parecía un Kunai lo acercó a mi cara, ahora estábamos mirándonos. Sentía el sudor recorrer toda mi espalda y frente , fue entonces cuando vi sus ojos ¡Esos ojos! Estaba tan tranquilo que me provocaba aún más miedo, lentamente me pregunto:
"¿Porque estabas espiándonos?"
Quería decirle "Bueno si quitaras el pie de mi garganta tal vez podría responderte idiota" quería defenderme, pero me limité a solamente a callar no quería que supiera ninguna de mis habilidades, eso sería una desventaja para mi aunque, bueno, estaba muriendo por asfixia.
Al parecer entendió y quito su pie, recupere la respiración pero aun así me seguía amenazando con el Kunai y mirándome con sus serenos ojos. Quería responder de una forma normal pero conteste:
"No los espiaba, alguien casi me mata con un Shuriken y venia de esta dirección, venía a ver al responsable pero todo ha salido así"
"¿Cómo sé que no mientes" Dijo un poco más tranquilo.
"Puedes registrarme, no tengo intenciones de asesinarlos. Mi destino es otro".
Su hermano comenzó a gritarle y el camino hacia dónde esté se encontraba al parecer había sufrido una lesión en el tobillo, él pequeño gritón parecía de mi edad, solo que se veía un poco más infantil. Intenté acercarme pero el rápidamente apuntó el kunai tratando de marcar territorio.
"Oye, yo realmente no intento hacerle daño a nadie"
"Lo sé" Dijo secamente bajando el kunai y viendo el tobillo de su hermano.
"¿Porque dices que lo sabes?"
"Tienes aproximadamente la edad de mi hermano o si no la misma edad, aún no asisten a la academia ninja así que no suponen una amenaza"
"¡Oye!" Dijimos al unísono el chico de mi edad y yo, voltee a mirarlo y pude ver su rostro un poco mejor, cabello negro y un poco largo y unos ojos negros y aunque estaba herido podía ver que era un chico que era feliz.
"Bien, ¿A que aldea perteneces?" Me pregunto el chico mayor.
No dije nada.
"Está bien si no quieres responder" Me dijo pensativo. "¿Al menos podemos saber tú nombre?
"Nakumi" Dije arrepentida de haberlo hecho porque Sensei me advirtió de dar mi nombre a alguien que no fueran los guardias o el Hokage.
"Yo soy Itachi" Dijo el chico mayor.
"Un gust.."
"¿Qué nadie planea preguntar mi nombre?" Dijo el chico de mi edad enojado así que me acerqué y me puse de rodillas para estar frente a frente, me acerqué tanto pude a su cara, mire directo a sus ojos negros, él me provocaba una cierta curiosidad sonriendo pregunte: "¿Cuál es tu nombre?" Su cara se puso de un color rojo intenso, tanto como mi cabello y movía los ojos para todos lados sin mirarme.
"Sasuke" Respondió susurrando, realmente no entendía porque estaba tan rojo ¿Tenía fiebre?.
"Un gusto, Sasuke-kun" dije con un tono de burla y este parecía que iba a desmayarse.
Pasó un rato y Itachi comenzó a platicarme porque estaban ahí y resulta que él a veces entrenaba a Sasuke quien ingresaría a la Academia en unos días, no les conté nada sobre mi pero parecía que Itachi, Sasuke y yo nos conocíamos de años, me sentí cálida estando con ellos, sentía que Itachi era un protector para mí aunque minutos antes desconfío de mi e intentó matarme. Sasuke y yo podríamos a llegar a ser amigos aunque yo jama los vería otra vez, mi destino no era convivir con nadie y eso me entristeció.
"Oh bien ahora sí es momento de irnos, tengo cosas que hacer. Vamos, Sasuke te llevaré en mi espalda" Dijo Itachi poniéndose igual de rodillas para que Sasuke se acomodara.
"Hermano no hagas esto, no con ella mirándonos" Dijo Sasuke, este niño realmente me agradaba.
"Bien, lamentamos el malentendido y lamento haberte herido, Nakumi. Espero algún día volvernos a encontrar, algo me dice que lo haremos" Aseguró Itachi, él era amable.
Llevo a Sasuke en su espalda y yo los despedí con una mano.
"Adiós Itachi, Sasuke-Kun"
"¡Nadie me llama Sasuke-Kun". Gritó enfadado.
"Pues yo lo hago, tonto" dije de vuelta y el volteo su cara y me saco la lengua, comencé a reír y siguieron caminando. Mientras los despedía pensé en que ellos jamás supieron nada de mí y confiaron más sin en cambio yo sabia que eran Uchiha y eran de la Aldea de la Hoja y más importante que Itachi me miró con esos ojos que poseían el Sharingan, ellos jamás me dieron esa información. Simplemente pude deducirla por la información que me dieron los sapos. Espere a que desaparecieran en el camino y fui hacia la aldea por otro rumbo de alguna forma para que no vieran mi llegada, me sentía confiada y había llegado el momento de enfrentar mi destino.

Naruto: Los hermanos UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora