El resto de la semana fue mejor, Abby había vuelto a hablar con Cedric y habían intentado evadir el tema del accidente en el cual Abby salió corriendo como alma perseguida por el diablo. Hermione se había hecho muy amiga de Heather, e insistía en que hiciese más labor por P.E.D.D.O. Pues cuanto más apoyo, antes se resolvería el problema de los pobres elfos domésticos.
Harry se aburría porque los partidos de quidditch habían sido cancelados y Charlotte y Ron no paraban de jugar al ajedrez mágico. El pelirrojo disfrutaba jugando por todas las veces que conseguía vencer a la principiante.
La tarde del sábado; Harry, Ron y Heather se encontraban en la sala Común de Gryffindor.
-Ron, tenemos que ir a enviarle una carta a Canuto. -Dijo Harry, sintiéndose un poco mal por no poder explicárselo Heather.
-A, que guay, ¿vais a escribir a Sirius? -Preguntó Heather sin pensar, y al instante se tapó la boca, esperando que lo que hubiese dicho no llegase hasta los oídos de sus compañeros. Desgraciadamente, los dos se habían quedado mirando a Heather estupefactos, así que ella intentó explicar algo.- Mis... Mis padres son íntimos amigos de Dumbledore, y él se lo contó y claro... Ellos me lo contaron a mí... Y a Charlotte y a Abby. Pero tranquilos. Le prometimos a Dumbledore no contar nada, y se nos da bien guardar los secretos.
-Vale, vale, no es por ser un cotilla como Harry, pero... ¿Quiénes son tus padres? -Preguntó curioso Ron.
-Prefiero mantenerlo en secreto, no me llevo muy bien con ellos... Vosotros enviadle el mensaje a Canuto, yo voy a buscar a Charlotte y a Hermione. Adiós. – Se despidió avergonzada y Harry y Ron, confundidos, se fueron a la lechucería.
Heather consiguió encontrar a las dos chicas en la biblioteca. Hermione, soltándole otro discurso sobre los elfos a Charlotte, quien se estaba medio durmiendo encima de los deberes. Se acercó a ellas y les explicó lo que acababa de pasar. Hermione tuvo la misma reacción que Ron y le preguntó sobre sus padres, pero ella no respondió. Charlotte, en cambio, la miraba enfadada.
-Heather Rooney, eres una bocazas.- Le soltó la chica de tez pálida.
-No le eches la culpa, se le ha escapado como a cualquiera, lo que me sorprende es que no fuese el propio Dumbledore el que nos lo comunicase.- La defendió Granger.- De todos modos, tienes que procurar tener más cuidado.
Se dirigieron al Gran Comedor para la hora de la cena. Entonces, cayeron en la cuenta de que aquella noche irían los de Beuxbatons y Durmstrang. Abby insistió en que tenían que arreglarse un poco y Hermione opinó que era una buena idea. La pelinegra se hizo una trenza de espiga y se puso unos pendientes que la había prestado Lavender. Hermione se hartó de intentar domar su pelo y terminó por dejarlo como siempre. Heather se hizo una simple coleta alta.
Las tres bajaron para toparse con Abby, quien se había hecho un pequeño moño con su corto cabello rubio. Las cuatro se dirigieron con sus respectivas casas a esperar a los alumnos de los otros colegios. Tardaron bastante en llegar, sobretodo el enorme barco de Durmstrang. Ron se quedó estupefacto cuando vio a Viktor Krum. Heather se enfureció mucho al no poder haberle visto ya que el pelirrojo tapó su campo de visión. Todos los alumnos fueron ordenadamente al Gran Comedor.
Abby se sentó al lado de Justin. Charlotte hablaba con Harry acerca de quiénes se suponían que iban a salir elegidos, y ambos coincidieron con Viktor Krum para Durmstrang, que ya había aparecido en la gigantesca sala.
-Alumnos mayores de diecisiete años, a partir de esta noche podréis dejar vuestros nombres en el Cáliz. -Explicó Dumbledore, poniéndose en pie.- Recordad la fuerte seguridad puesta, así que no malgastéis vuestro tiempo. Mañana por la noche saldrán los elegidos, así que estar preparados. Y ahora, a disfrutar de la magnífica cena.
-Servida por los pobres elfos...- Suspiró Hermione con tristeza en su voz- Pero tiene tan buena pinta...
Después de la animada cena, hablando con los compañeros de los otros colegios mágicos, se dirigieron a sus respectivas casas. Ron y Harry habían estado mirando a las hermosas chicas de Beauxbatons durante toda la noche y las chicas fantaseando sobre el baile que se celebraría en un futuro cercano. Y en ese momento se encontraban hablando en la sala común.
-No es justo que no podamos participar en el Torneo.- Se quejó Ron.
-Como si fueses a ganar, Ronald -Rio Hermione.
-Pues mis hermanos van a intentar tirar su nombre al Cáliz.- Dijo el pelirrojo con resignación, como si tuviera envidia de ellos.
-Ya sabemos cómo va a acabar eso -Respondió Heather, y Charlotte rio recordando la cómica escena de los libros. Futuros clones de Dumbledore muy pronto.
Después de varias horas, se fueron a dormir y Heather y Charlotte se quedaron levantadas susurrando para no despertar a sus compañeras de habitación.
-Heath, sabemos que este año, quien-tú-ya-sabes, va a volver... -Dijo en una casi inaudible voz- ¿Qué hacemos?
-No sé, Charlotte, pero sea como sea hay que evitar que suceda. O si no, ya sabes qué pasará con Cedric... -Susurró Heather a su amiga.- Pero es obvio que Voldemort volverá hagamos lo que hagamos.
-Tienes razón. -Charlotte jugaba con las puntas de su negro cabello, pensativa.- ¿Y si amañamos la competición?
-¿Qué dices? -Preguntó perpleja la castaña.- ¿Sabes acaso toda la seguridad que habrá durante el acontecimiento?
-Heather, piensa un poco. -Bufó la pelinegra, mirando de un lugar a otro para asegurarse de que nadie escuchaba.- Nos han dejado el futuro a nosotras. Nos han dejado manipular la historia de Harry Potter. ¿Acaso te piensas que Dumbledore ha montado todo este follón de las tres nuevas por diversión? Nos dejará cambiarlo todo. Somos parte de esto, Heath. Somos de Hogwarts y ahora esta es nuestra historia.
-Habrá que decírselo a Abby. -Dijo casi de inmediato Heather.- Mañana por la mañana me dirigiré al despacho de Dumbledore y le contaré todo lo que se avecina.
-¿También lo de Ojoloco Moody? -Cuestionó la otra.
-Eso no. Él ya sospecha, dejemos que cumpla con el rompecabezas que le corresponde. -Se terminó de explicar la muchacha.- Charlotte.
-¿Sí?
-Vamos a cambiarlo todo, ¿te das cuenta? -Soltó las palabras en aquella inmensa oscuridad- Vamos a destruir nuestra saga favorita.
-Heather, esto no es una saga. Ahora es nuestro presente y futuro. Nuestros catorce años de vida en aquella realidad se han borrado, y por mucho que destruyamos este mundo, Dumbledore ya nos dijo que los libros no se verían afectados. -Respondió Charlotte, completamente segura de todo lo que decía.- Si los dejamos morir, no estaremos matando a personajes, se lo estamos haciendo a personas como tú y yo.
-Eso quiere decir que nosotras podemos morir también.- A pesar de que Charlotte no podía ver el rostro de su amiga, sabía que estaba seria. – Charlotte, ¿y si nos morimos? Dumbledore no nos explicó esta parte. ¿Qué será de nosotras?
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¡Hola Potterheads!
Después de mil siglos sin actualizar, aquí traemos nuevo capítulo. Esperamos que os haya gustado y sentimos mucho que no sea tan largo como el resto, a partir de ahora actualizaremos todos los viernes.
Muchas gracias por leer.
Un beso de las tres,
Julia, Eva y Mire.
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De pronto en Hogwarts
FanfictionHeather, Charlotte y Abby son tres mejores amigas a las que les encanta Harry Potter. Nada más terminar el séptimo libro por cuarta vez, las amigas bajan a la cocina y poco después se encuentran con una sorpresa. Dobby, el famoso elfo libre de la sa...