Adelante, para atrás ni para agarrar impulso

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Nadie está libre de problemas, nadie es perfecto y mucho menos nadie ha dicho que luchar contra las cargas diarias es fácil pero ¿Cómo dudamos del poder de Cristo? Nadie ha sufrido lo que él sufrió por nosotros en la cruz. Él sabe que somos tan imperfectos que nos da energía, nos da valentía, nos da fuerzas de donde no la tenemos para salir adelante, cuando Jesús está con nosotros luchando no hay problema que no podamos superar. Para hacer una comparación, cuando Jesús nos acompaña a luchar contra todo, los problemas y las cargas se convierten en dificultades solo para los débiles, para los pobres de espíritu, para los pobres de fé, para los que no admiten que solo la fuerza y la compañía de Cristo es la que supera todo obstáculo. Jesús y los problemas siempre serán antónimos.

El Cristianismo Que Actúa Y LiberaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora